La Dirección General de Tráfico está trabajando en una profunda revisión del carnet de conducir para adaptarlo a las nuevas tecnologías, exigir mejores habilidades de los aspirantes y frenar la copia durante el examen teórico. El nuevo carnet de conducir incluirá cambios tanto el examen teórico como práctico, dando así un paso importante en la mejora del sistema que actualmente se emplea.
Uno de los puntos más críticos lo encontramos en el examen teórico, y es que la DGT pretende eliminar el papel a corto-medio plazo. El objetivo es ofrecer a los examinados nuevas herramientas como tablets donde incluso se proyectará un vídeo sobre una situación de emergencia que el examinado deberá analizar para describir una maniobra que permita salvar la situación. Se pretende con ello que todos los aspirantes reaccionen ante una situación que puede darse durante la conducción y no solo se limiten a barajar opciones cerradas frente a una pregunta.
Sin abandonar el examen teórico, desde la DGT también quieren acabar con la memorización de preguntas y respuestas, además de con el uso de pinganillos o sistemas que faciliten aprobar el examen teórico de forma fraudulenta. Uno de los primeros avances será la introducción de inhibidores de frecuencia en las salas de exámenes, lo que imposibilitará la comunicación entre los examinados y el exterior y así serán bloqueados los dispositivos de comunicación inalámbrica.
La copia y la memorización de los exámenes es un punto donde la DGT muestra especial preocupación, de ahí que se pretendan introducir los mayores cambios en el examen teórico. Otros países de la Unión Europea ya han implantado sistemas e iniciativas como las propuestas por la DGT con buenos resultados, aunque falta por confirmar si con los nuevos cambios también llegará una revisión de las cuestiones y las respuestas para limitar la memorización.
En el examen práctico también se introducirán cambios, aunque no de tan profundo calado. La DGT ha expresado la intención de usar navegadores GPS para que el alumno siga sus instrucciones en lugar de las del examinador. De cara a adaptarse a las nuevas tecnologías, desde la DGT señalan que el navegador GPS es una herramienta muy empleada entre el gran público, especialmente jóvenes, motivo por el que el correcto manejo del mismo y la obediencia en sus indicaciones sirven para facilitar la conducción y respetar las normas de circulación.
Los alumnos que sean examinados tendrán que seguir las indicaciones que ofrecen los navegadores GPS que contarán con rutas previamente cargadas. El alumno tan sólo deberá limitarse a obedecer las indicaciones del GPS respetando las normas de circulación, mientras que el examinador se limitará a analizar la conducción. Reino Unido ya ha anunciado la introducción de esta fórmula para Diciembre de este mismo año 2017, justificando su uso con los mismo argumentos que la DGT en tanto a la adaptación de los exámenes a las nuevas tecnologías.
Aunque la DGT no ha comunicado fecha concreta para la entrada en vigor de las nuevas medidas, todo apunta a que será el próximo año 2018 cuando veamos la irrupción de estos cambios.