La actual generación de Ford Focus RS está muy cerca de llegar al final de su vida y mientras se prepara la llegada de la que será la quinta edición del popular compacto, la marca estadounidense parece haber querido despedirse del mismo con honores. El fabricante de Detroit quiere decir adiós poniendo sobre la mesa una Limited Edition que servirá para poner punto y final previsiblemente a la producción del Focus RS que en la actualidad se comercializa para el mercado norteamericano.
No hay grandes cambios respecto al Focus RS, conservando el propulsor 2.3 Ecoboost de 350 CV de potencia y la tracción total, así como los numerosos elementos tecnológicos que lo han convertido en uno de los compactos deportivos más valorados, entre otras cosas gracias a elementos tan novedosos en un coche de estas características como el ‘Drift mode’. Lo que sí estrena en la parte mecánicas es un nuevo diferencial Qualife autoblocante mecánico para el eje delantero que permitirá que la pérdida de tracción sea menor, especialmente a la salida de las curvas, algo que puede permitir la aparición de subviraje.
La cuestión estética es el otro elemento en el que más cambios nos encontramos, estrenando un nuevo color para la carrocería denominado Race Red que contrasta con el Nitrous Blue con el que fue presentado el Ford Focus RS. También podemos encontrar que otros elementos como las carcasas de los retrovisores, el alerón, el techo o las llantas forjadas de 19 pulgadas han sido tintadas de negro para ofrecer esta combinación de colores con reminiscencias a la competición. También incluirá de fábrica los neumáticos semi-slick Michelin Sport Cup 2, asientos deportivos Recaro, volante calefactado y el sistema de infoentretenimiento de Ford SYNC activado por la voz.
El Ford Focus RS Limited Edition sólo contará con una tirada de 1.500 unidades, de las cuales 1.000 irán destinadas a Estados Unidos y las restantes a sus vecinos norteños de Canadá. Por el momento Ford Europa todavía no ha confirmado que se vaya a seguir la misma estrategia, aunque tradicionalmente siempre ha sido así debido a una estrategia global prácticamente unificada por parte de la marca, la cual ha tenido sus frutos como en el caso del Ford Mustang, el cual se convirtió en el deportivo más vendido a nivel mundial en 2016.