El verano ya está aquí, ha llegado con fuerza tras una primavera que ya apuntaba maneras en términos meteorológicos. Ambas estaciones conllevan algunos riesgos para la conducción, bien sean asociados a las altas temperaturas o bien relacionadas con las alergias y los insectos que llenan el aire.
Estas variables pueden llegar a resultar peligrosas si no se gestionan de forma correcta, ocasionándonos, en el mejor de los casos, un buen susto. Cuanto más tiempo se pasa al volante, más posibilidades hay, estadísticamente, de sufrir algún percance, una probabilidad que se puede minimizar si sabemos hacerlo.
Las alergias al polen y a ciertos animales han aumentado de forma exponencial en los últimos años. En primavera y verano somos millones los alérgicos que empezamos a sentir como nuestro organismo reacciona de forma adversa al polen, reacción que tradicionalmente se trata con fármacos que, dependiendo de su composición, pueden afectar a los reflejos, disminuyendo la capacidad para conducir.,
Es, por tanto, muy importante leer todos los prospectos, consultar a un especialista en caso de duda o, incluso, buscar alguna alternativa a los tratamientos tradicionales. Cada vez es más común, por ejemplo, las vacunas como tratamiento a las alergias, unas vacunas que además de no disminuir las capacidades, prolongan su acción en el tiempo.
Con el buen tiempo somos más propensos a conducir con las ventanillas bajadas, aprovechando las temperaturas y la luz. Sin embargo, esto, además de hacer circular el aire por el interior del habitáculo, puede hacer que algunos insectos acaben dentro, una situación que puede resultar algo estresante en determinados momentos.
Si al circular nos damos cuenta de que un insecto "peligroso" como una avispa se ha convertido en nuestro acompañante, es conveniente, sobre todo, mantener la calma. De nada nos va a servir dar manotazos ya que el insecto se alterará y nosotros dejaremos de tener control sobre el volante, dando lugar a una situación de peligro.
Es conveniente abrir al máximo posible las ventanillas y, si la situación nos sobrepasa, detener el vehículo con seguridad, abrir puertas y ventanillas y esperar a que el insecto abandone el interior de nuestro coche. No es aconsejable intentar matarlo, menos aún si estamos circulando, ya que el insecto puede tratar de defenderse atacándonos.