Los coches eléctricos son la apuesta del presente por el futuro. Además, cuentan con un gran pasado. El primer coche eléctrico nació en Alemania en el año 1832, mucho antes de existir los carburantes tradicionales. Posteriormente la electricidad se pasó al transporte público, llegando con el primer taxi eléctrico, en el Nueva York de 1897. Las innovaciones se mantuvieron hasta llegar a casi el siglo XXI, momento en el que los coches eléctricos (ya parecidos a los que imaginamos hoy en día) tuvieron su gran auge y empezaron a estar más presentes en las calles de las principales ciudades.
Sus ventajas hacen que cada vez más compradores apuesten por él como una opción entre la gasolina y el diesel, carburantes muy consolidados en España pero que contienen hándicaps como la escasa protección medioambiental o su precio. Por ello, en el mes de enero de este año ya había un 5,3% de matriculaciones de coches híbridos y eléctricos, según estadísticas de la ANFAC (Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones). Una cifra alejada aún del 52,7% de matriculaciones de coches diésel y del 42% de gasolina, pero para la que se espera un futuro prometedor porque lo eléctrico se adapta perfectamente a las particularidades de la ciudad y cada vez más trabajadores lo saben.
Sin embargo, antes de tomar la decisión de comprar un coche con cero emisiones, se valoran algunas dudas sobre su autonomía, potencia y sobre todo sobre su forma de carga, factores a los que se intentan dar respuesta desde la gran industria de la automoción.
Autonomía y factores internos
Después de utilizar el vehículo para ir al trabajo o llevar a los niños al colegio hay que llenar de combustible eléctrico el coche. Hoy en día ya hay vehículos eléctricos que permiten alcanzar una autonomía de hasta 300 kilómetros. Esta situación te permite desplazarte al trabajo o a cualquier plan por la ciudad, sin necesidad de recargar el coche diariamente. Cabe destacar que hay distintos tipos de recarga de estos vehículos, por lo que hay varias opciones entre las que elegir la que mejor se adapte a nosotros y por supuesto, a la capacidad de nuestros vehículos. La fuente de carga convencional, y menos actualizada, es la de 16 Amperios, que tardaría 8 horas en cargar de energía nuestro vehículo.
Con el doble de Amperios (32) podremos tener en tan solo 4 horas el vehículo cargado completamente. Estas dos opciones apuestan por la instalación de los puntos de carga en tu propio hogar para poder dejarlo cargando durante toda la noche, como si se tratara de tu teléfono móvil.
El último y más moderno estilo de carga es mediante la tecnología CCS (Combined Charging System), que hace que un coche con una batería de 45 kW se cargue en tan solo 45 minutos. Un sistema que acerca cada vez más el método de carga a cualquier tipo de repostaje convencional.
Además, gracias a la autonomía de estos vehículos eléctricos, su potencia de carga es cada vez mayor. Estos coches se plantean bajo la premisa de recorrer diariamente distancias cortas. Según un análisis del Ministerio Federal de Transporte e Infraestructura Digital alemán, los coches eléctricos se adaptan perfectamente al 80% de trabajadores que recorren 50 kilómetros diarios para llegar al trabajo. Trabajadores que consiguen grandes ahorros y ventajas como el aparcamiento gratuito en zonas verdes y azules, pudiendo ir a cualquier punto de la ciudad y que siempre dispongas de un sitio donde dejar reposar tu vehículo ¡y sin pagar nada!
La tecnología más puntera
En el aspecto tecnológico disponen de las mismas prestaciones que los coches convencionales, los coches eléctricos ahora cuentan con la última tecnología, algo indispensable para ese compañero que te acompañará diariamente por la gran ciudad. Ya no sólo por el gps que te guiará en cada revoltosa calle, sino que estos coches disponen de sistemas de infoentretenimiento, y de funciones de asistencia para ayudar al conductor durante el trayecto, además de siempre contribuir a ahorrar energía. Por ejemplo, el último modelo del Volkswagen e-Golf recomienda al conductor levantar el pie del acelerador cuando el propio coche considera que va lo suficientemente rápido para aguantar el ritmo, así como cuando existe un límite de velocidad, o antes de tomar curvas. Todas estas recomendaciones se emiten a través de su pantalla de 9,2 pulgadas que como novedad incorpora el de control gestual, haciendo además más intuitivo y fácil su uso.
El e-Golf, sorprende por estar construido bajo la plataforma de Golf, por lo que a la vista es exactamente idéntico a su hermano de combustible, lo que hace aún más fácil su conducción aportando exactamente la misma estabilidad y aún más confort puesto que es totalmente silencioso. Es el coche perfecto para ir a trabajar, llevar a los niños al colegio, ir a hacer la compra, u otros planes cotidianos, gracias a su versatilidad y a su autonomía de 300 kms. Su espacio le permite adaptarse a cualquier situación urbana, y su tecnología avanzada te permitirá moverte totalmente seguro por la ciudad.
Un modelo que se adapta perfectamente a la época en la que vivimos y que contando con la experiencia en el sector de una marca como Volkswagen es una alternativa segura a la movilidad tradicional. La apuesta por lo eléctrico es fundamental que se lidere desde las grandes marcas de automoción para que su respaldo y su trayectoria genere confianza en los consumidores y empiecen a apostar por el medio ambiente y por las novedades del futuro.