Las actuales fechas son claves si hablamos de los desplazamientos por carretera. El periodo estival se convierte en un constante trasiego de vehículos que van o vuelven de sus vacaciones, sumándose así a los desplazamientos habituales. Sirvan como dato los más de 90 millones de desplazamientos que están previstos para este verano.
Algunos factores de riesgo son de sobra conocidos por la mayoría de los conductores. Entre ellos encontramos la falta de mantenimiento del vehículo, el mal estado de las carreteras, el exceso de velocidad o la ingesta de alcohol y/o sustancias estupefacientes a la hora de ponernos al volante.
Sin embargo, hay un componente de riesgo que la mayoría de los conductores pasan por alto, siendo, paradójicamente, uno de los más peligrosos cuando estamos conduciendo. Se trata de la somnolencia al volante, un fenómeno que se calcula ha costado la vida a más de 800 personas en los últimos 5 años sólo en nuestro país.
La Fundación Línea Directa ha hecho públicos los datos de un estudio a gran escala que refleja datos muy preocupantes entre los conductores españoles. Uno de los más llamativos es que más de 14 millones de conductores admiten que se resisten a parar y descansar en sus desplazamientos vacacionales.
Casi 11 millones de conductores no se informan de los riesgos para la conducción de los medicamentos que ingieren, 13 millones de automovilistas ignoran las recomendaciones de la DGT sobre el descanso y, lo que es aún más grave, 8 millones de conductores admiten haber tenido microsueños al volante.
La falta de sueño provoca una importante pérdida de reflejos, equivalente a una ingesta de alcohol superior a los límites que marca la ley. Es muy importante fijarse descansos a la hora de afrontar largos viajes, descansos cuya frecuencia debe ser, como mínimo, cada 2 horas o 200 km de viaje.