El taxi de Londres es parte del paisaje de la urbe inglesa, con sus clásicas formas y su elegante color negro inundando las calles de la capital británica durante décadas enteras. Sin embargo, las actuales normas anticontaminación, extremadamente estrictas en la capital, han hecho que el clásico taxi con motor diésel y desfasada tecnología deje paso a una nueva generación de transporte, más inteligente y eficiente.
De esta manera, el nuevo taxi oficial de Londres, bautizado como TX, da respuesta a unas cambiantes exigencias, manteniendo la personalidad y la imagen del clásico taxi londinense. El fabricante del nuevo taxi es LEVC (London Electric Vehicle Company), la hasta ahora conocida como London Taxi Company.
El desarrollo de un elemento tan representativo para la ciudad como un nuevo modelo de taxi está supeditado al cumplimiento de numerosos requisitos. Uno de los más importantes es, en esta nueva generación, su capacidad para rodar sin emisiones contaminantes, algo que se ha conseguido gracias a un nuevo grupo propulsor eléctrico con autonomía extendida.
Esto significa que el nuevo taxi de Londres es capaz de rodar hasta 115 km con una sola carga de baterías, y si se necesita seguir moviéndose, un pequeño motor de gasolina con 1.3 litros de cilindrada se pone en marcha para hacer las funciones de generador de electricidad, aumentando así la autonomía disponible hasta un máximo de 600 km.
No obstante, los cálculos hablan de la posibilidad de recargar las baterías en 20 minutos en un punto de carga rápida. Aún no están operativos, pero la empresa de transportes londinense espera contar con no menos de 300 puntos de carga rápida útiles en 2020, algo que agradecerán sobremanera los taxistas, que recorren, según el último estudio realizado por la empresa, una media de 200 kilómetros al día. Esto significa que, en el peor de los casos, el 60% de su actividad diaria se llevará a cabo sin emisiones de gases contaminantes.
Para el desarrollo de este nuevo taxi ha intervenido de forma activa la sueca Volvo, propiedad de la china Geely que, a su vez, es la dueña de LEVC. Con una carrocería de formas familiares, este taxi es capaz de acoger hasta a 6 pasajeros, contando además con puertas de apertura suicida, así como sistema de acceso adaptado para minusválidos.
Este nuevo taxi cuenta, no obstante, con un gran inconveniente, su precio de venta, que ronda las 50.000 libras, una cantidad sensiblemente superior a otras alternativas del mercado, lo que ha hecho que distintos colectivos del taxi eleven sus quejas. La respuesta por parte de la empresa hace referencia a la reducción en los costes operativos, que se traduce en un ahorro de hasta 100 libras semanales para los taxistas.