Al igual que en el caso del Bentley Continental GT, Porsche ha tomado la decisión de que era el momento adecuado para presentar la que será la tercera generación de su Cayenne, uno de los vehículos más apreciados por los compradores y una de las principales razones de la época de bonanza económica de los de Stuttgart. El que supuso ser al mismo tiempo la salvación y la renuncia a la esencia de Porsche, estrena grandes novedades, la mayoría de ellos en lo que respecta a la mecánica y tecnología.
Tras más de siete años en el mercado, el fabricante germano ha renovado el concepto con ligeros cambios estéticos respecto a la anterior generación, los cuales se pueden apreciar en las ópticas delanteras y traseras -heredadas de la nueva generación del Porsche Panamera-, así como en el frontal. La zaga por su parte recuerda inevitablemente a la del Macan, en una clara intención de compartir la seña de identidad como representantes de la marca en el cada vez más ramificado segmento de los SUV. Líneas con una clara continuidad con la segunda generación que debutó en 2010.
En cuanto a los motores, el Porsche Cayenne estará disponible desde su lanzamiento en la versión convencional y en forma de Cayenne S, montando el primero de ellos un propulsor de seis cilindros 3.0 turbo que entrega una potencia de 340 CV y firma unas prestaciones capaces de cerrar el 0 a 100 km/h en apenas 6,2 segundos, 5,9 segundos en el caso de equipar el paquete deportivo Sport Chrono.
La velocidad punta queda situada en los 245 km/h, cifras que son claramente mejoradas en la versión ‘S’ del Cayenne, el cual monta un motor V6 de 2.9 litros biturbo que es capaz de erogar 440 CV de potencia y un par máximo de 550 Nm. Las prestaciones en este último caso son de 265 km/h de velocidad máxima y un 0-100 km/h en 5,2 segundos, 4,9 en el caso de tener instalado también el Sport Chrono Package. El peso total del conjunto tiene buena parte de culpa en estas plusmarcas, gracias a la rebaja de peso en 65 kilogramos a la que ha sido sometido.
Al igual que su compañero de grupo, el Bentley Continental GT, también incorpora tracción a las cuatro ruedas y suspensión neumática activa con tres cámaras, el cual puede adaptarse a cada estilo de conducción y momento. Llega también a la nueva generación del Cayenne la tecnología de eje trasero direccionable, así como el PDCC, Porsche Dynamic Chassis Control, el cual hace que su conducción sea incluso más efectiva.
En el interior, también se han tomado elementos prestados del Panamera, los cuales también se han implementado en el Continental GT 2018. Llega una nueva consola central de cristal, con una pantalla táctil de 12,3 pulgadas con resolución Full-HD en la parte superior del salpicadero. Nuevos cuadros digitales, posibilidad de personalización de elementos de la iluminación o modos del equipo de audio, así como conectividad WiFi.