Son prácticamente una especie en extinción. En una era en la que los SUV y los vehículos híbridos y eléctricos copan la actualidad del sector los deportivos clásicos han pasado prácticamente a un segundo plano, automóviles diseñados, desarrollados y construidos con un fin puramente recreacional. Eses es uno de los objetivos de vehículos como el Lotus Elise, una de las creaciones que la fibra británica, ahora en manos asiáticas, sigue mimando como si fuera el primer día.
La última demostración llega en forma de versión especial. El Lotus Elise Cup 260 se presenta como una versión circuitera apta para circular por la calle, claramente dirigida para aquellos bolsillos pudientes que se pueden permitir un segundo vehículo reservado para el trackday del domingo o simplemente para acercarse a una carretera de montaña con curvas y divertirse de las sensaciones deportivas del mismo. Sin embargo, es en pista donde promete sacarse todo su partido.
Más potente, más ligero y con una mayor carga aerodinámica, todo ello teniendo la referencia clara del Lotus Elise Race 250. Estará disponible a partir del próximo mes de noviembre, estando programado que únicamente se ensamblen una treintena de unidades para todo el mundo. No es para menos, Lotus ha querido rendir un homenaje a la firma británica con motivo de su 70 aniversario, aumentando la potencia disponible del motor de cuatro cilindros y 1.8 litros hasta los 253 CV de potencia y un par máximo de 255 Nm.
La carga aerodinámica también crece respecto al Lotus Elise Race 250 lanzado en 2016, ofreciendo un 44% más de apoyo que la anterior versión especial creada por la marca ‘British’. En la báscula la evolución también es evidente, perdiendo hasta 15 kilógramos y quedando su estilizada silueta en apenas 862 kg a pesar de la llegada de numerosos elementos nuevos como un sobredimensionado alerón posterior o la cubierta motor, todos ellos firmados obviamente en fibra de carbono.
Las prestaciones son obviamente de absoluto escándalo, logrando marcar un 0 a 100 km/h en tan sólo 4,2 segundos, con una velocidad punta que se sitúa en los 243 km/h. Estéticamente, Lotus ha querido que el tono dorado cubriera casi por completo la carrocería del nuevo Elise Cup 260 como tributo a las siete décadas de vida de la marca, ahora en manos de Geely. Nuevos frenos, con la particularidad de que en el eje delantero monta AP Racing y en el trasero Brembo, neumáticos Yokohama, suspensiones Nitro y unas nuevas llantas de 16 pulgadas delante y 17 en el eje trasero.