La carrera por encontrar la batería que más autonomía ofrezca, sea más ligera y se recargue más rápido hace tiempo que comenzó oficialmente. Los fabricantes se han empezado a asociar a algunas de las multinacionales tecnologías más importantes del planeta con el objetivo de emprender un exitoso y lucrativo camino juntas. Es por ello que, se espera que el próximo lustro sea uno de los periodos de mayor evolución dentro del apartado baterías para vehículos híbridos y eléctricos.
Precisamente son la autonomía, los tiempos de recarga y las limitadas infraestructuras disponibles por el momento, las principales pegas que se pone actualmente a la compra de un vehículo 100% eléctrico o un híbrido enchufable (algo que también sucede por ejemplo con los vehículos con pila de combustible). Toshiba parece haber dado con la solución a uno de estos tres quebraderos de cabeza para los actuales miembros de la industria del automóvil que ya otea un horizonte con una alternativa consolidada a los motores de combustión interna.
La empresa asiática ha confirmado que tiene una revolucionaría batería que puede recargarse de forma ultra-rápida en tan sólo seis minutos con una cantidad de energía suficiente como para cubrir 320 kilómetros más. Un repostaje estándar de gasolina o diésel raramente podrá llegar a los cinco minutos de media, sin embargo, una recarga de apenas media docena de minutos puede ser un tiempo más que competitivo para que los vehículos eléctricos correspondan a un rival directo a los propulsores que hasta ahora hemos considerado como convencionales. Seis minutos es una cantidad de tiempo aceptable si la comparamos con cargas de varias horas que corresponden a cargadores convencionales.
El secreto según Toshiba se encuentra en el empleo de óxido de niobio-titanio con el que se consigue mayor eficiencia en el ánodo (duplica su capacidad) de cada celda de la batería. A través de esta medida, los tiempos de recarga se reducen, aumenta la capacidad, así como la vida útil de la misma. Según datos del fabricante nipón, estaríamos hablando de una ganancia de tres veces los valores actuales de autonomía con un periodo de recarga ínfimo. Además, los problemas técnicos se reducen ya que con este nuevo sistema se reduce la disposición de metal que se puede dar al acumularse el litio en el ánodo, algo que conlleva una pérdida de la capacidad de la batería.
El proyecto, que está contando con el apoyo económico de la Organización para las Nuevas Energías y el Desarrollo de Tecnología Industrial de Japón (NEDO) planea seguir desarrollando esta nueva batería y llevarla a su comercialización en 2019. Por el momento, se está llevando a cabo un intenso programa de test, especialmente en condiciones de frío, por debajo de los 10ºC, y frío intenso. Según Toshiba, el prototipo de 50 Ah mantiene más del 90% de su capacidad después de realizar 5.000 ciclos completos, mientras que la recarga se sigue manteniendo por debajo de los 10 minutos. Podemos estar ante un electrizante futuro para el automóvil.