El mundo del transporte está cambiando rápidamente, y esto, tal y como demuestra el camión Tesla, promete no afectar únicamente a los utilitarios que guardamos en nuestros garajes, sino que también pretende hacer lo propio con los vehículos comerciales. Mercedes-Benz ha presentado recientemente su visión de lo que se puede considerar como el paso intermedio entre el presente y el futuro a medio plazo, la Mercedes eVito presenta una autonomía garantizada de 100 kilómetros en cualquier condición y un coste de recarga 10 veces menor que el de una Vito convencional, de motor de combustión interna.
A construirse en la factoría que la marca tiene en Vitoria-Gasteiz, la Mercedes eVito será el relevo de la ya veterana E-Cell, la furgoneta eléctrica que la firma de la estrella presentó en 2010. La fábrica capital vasca verá salir de sus líneas de ensamblaje unos vehículos que no se diferencian tanto de la Vito TDI que se produce en este mismo lugar, en este caso equipado por un tren de potencia eléctrico que le permite desarrollar 114 CV de potencia (84kW) y un par máximo de 300 Nm. Su velocidad máxima está limitada por su configuración a sólo 120 km/h, algo que refuerza la finalidad para la que ha sido concebida, principalmente para el reparto urbano.
La recarga se completa en unas seis horas según los datos facilitados, asegurando Mercedes que se podrá completar como mínimo 100 kilómetros sin necesidad de recargar incluso en el ‘escenario’ más exigente, o lo que es lo mismo, transportando el máximo de carga, circulando a la velocidad máxima, sin frenada regenerativa y con el climatizador a máxima potencia. En el caso de mantener una conducción normal, a una velocidad de 80 km/h, este rango aumentará hasta los 150 km. 20 kilómetros superior al de su predecesor. En cuanto al espacio de carga, presenta hasta 6,6 m3 de capacidad, con un peso máximo de 3.200 kilogramos.
En cuanto al precio anunciado, por el momento sólo se ha confirmado que su comercialización en Alemania arrancará en los 39.999 euros, por lo que habrá que calcular que para España superará esos 40.000 euros. Además, habrá que tener en cuenta que la WallBox (aparato para realizar la recarga domestica) cuesta unos 400 euros a parte, algo que lo hace claramente más caro respecto a la versión térmica. Sin embargo, desde el fabricante aseguran que el mantenimiento es menor respecto a esta última. Las primeras entregas no se esperan que se produzcan hasta la segunda mitad de 2018 y se podrá adquirir una unidad bajo tres fórmulas distintas de renting leasing o en propiedad.