El i8 de BMW ha sido una de las creaciones más importantes de la firma alemana en los últimos tiempos. Un concepto revolucionario, que inauguró la familia de vehículos ecológicos "BMW i", con un diseño inédito y una configuración mecánica basada en el rendimiento y el respeto al medio ambiente.
Lanzado hace tres años, el BMW i8 se ha convertido en un icono dentro de la marca gracias a unas líneas absolutamente innovadoras que, a día de hoy, siguen provocando sorpresa cuando alguien se encuentra con un i8 por las carreteras. Todo ello combinado con una mecánica capaz de ofrecer 362 CV y un consumo medio inferior a los 3 litros/100 km.
Ahora el i8 se renueva ligeramente, aprovechando para introducir cambios mecánicos y, lo más importante, una nueva carrocería aún más llamativa, una configuración descapotable que convierte al i8 en uno de los biplazas roadster más futuristas y sorprendentes del momento.
El nuevo i8 Spyder recurre a una capota de lona eléctrica capaz de recogerse y desplegarse en 12 segundos hasta una velocidad máxima de 50 km/h. Además, se han renovado los revestimientos interiores con nuevas opciones cromáticas. La familia i8 recibe nuevas tonalidades tanto para la carrocería como para las llantas de aleación.
Mecánicamente se ha actualizado ligeramente el conjunto para aumentar su potencia en 12 CV, alcanzando los 374 CV. El cambio más importante es la mejora de la capacidad de las baterías, de forma que el i8 Coupé podrá recorrer hasta 55 km en modo 100% eléctrico, mientras que la variante Spyder recorrerá 53 km en modo 100% ecológico.
El i8 recibe así un extra de atractivo con el que afrontar con garantías la segunda parte de su vida comercial, luchando con modelos tan dispares como el Porsche 911 o el Audi R8 tanto en sus versiones coupé como en sus variantes descapotables, atrayendo miradas a su paso.