BMW ha inaugurado este jueves en su planta de Dingolfing, en Alemania, el nuevo centro de producción de E-drives, con el objetivo de llegar a producir componentes eléctricos para más de 500.000 unidades electrificadas cada año para a partir del año 2022 y tras invertir más de 500 millones de euros.
Este nuevo centro combinará los motores eléctricos, la transmisión y la electrónica en una producción integrada, que se usará, por ejemplo, para el nuevo BMW iX3, cuya producción comenzará a finales de verano en China, según avanzó la marca alemana en un comunicado.
En los próximos años, el área de producción del nuevo centro se ampliará a diez veces el tamaño original, pasando de 8.000 metros cuadrados en 2015 a los 80.000 metros cuadrados. El número de empleados también se incrementará de los 600 a los 2.000 trabajadores.
Esta inauguración se enmarca dentro del plan de la compañía que pretende que una cuarta parte de sus vehículos vendidos en Europa tengan un accionamiento eléctrico para 2021; una tercera parte en 2025 y, la mitad, en 2030. Para 2023, BMW ofrecerá, al menos, 25 modelos electrificados.
"La planta de Dingolfing es un ejemplo perfecto de cómo la industria automotriz está transformándose hacia la movilidad eléctrica. Aquí tenemos todo bajo un mismo techo: la producción de baterías, motores eléctricos y vehículos electrificados", explica el jefe de la planta, Christoph Schröder.