Hoy hemos conocido que Renault F1 pasará a denominarse Alpine F1 Team a partir de la próxima temporada de 2021, año en el que Fernando Alonso volverá a la Fórmula 1.
Esto significa que Fernando Alonso, con toda probabilidad, tendrá que cambiar su actual ‘coche de calle’ -un Renault Mégane "amarillo"- por algún modelo de Alpine. Así, al menos, lo marca la tradición en la Fórmula 1, un deporte en el que los pilotos suelen promocionar los coches de sus marcas matrices.
Lo hemos visto hace unos días con Lewis Hamilton, por ejemplo, con un nuevo coche eléctrico todavía en fase de prototipo o incluso también con el nuevo Mercedes Clase S. Y también lo hemos podido comprobar con el piloto asturiano con los diferentes modelos que ha patrocinado en los últimos años.
Sin embargo, como Alpine es una marca desconocida para el gran público, desde El Español nos hemos preguntado: ¿Qué es Alpine? ¿Qué tiene que ver con Renault? ¿Cuáles serán los próximos coches Alpine de Fernando Alonso?
Así que nos hemos puesto a investigar para despejar todas las dudas… Y este es el resultado.
Alpine, una marca vinculada a Renault
Alpine es un fabricante francés de coches deportivos que comenzó en la década de los 50. Por aquél entonces, su fundador Jean Rédélé, se dedicaba a la fabricación de vehículos de competición bajo la base de modelos de Renault.
Como se trataba de vehículos para correr en carreras alpinas, de ahí vino el nombre de Alpine, cuyo primer modelo de calle fue el Alpine A106 en 1955, un coche de 3,7 metros de largo con solo 21 caballos de potencia.
Tras el Alpine A106, llegaron el A106 descapotable, el Alpine A108… Este último (el A108) tiene además una gran historia detrás porque en la década de los 60, parte de su producción se realizó en Valladolid, en la planta conocida como Fasa Valladolid, que ahora es una de las principales factorías de Renault.
Llega la década de los 60 y aparece el Alpine A110. Con un tamaño de 3,85 metros, una silueta de coupé y una carrocería de tres puertas este modelo fue el Alpine de mayor éxito. Fue construido en Francia y también en España (se ensambló, al igual que su predecesor, en Fasa Valladolid).
En la década de los 70 ocurre algo trascendental para Alpine. En 1973 con la crisis internacional del petróleo, los fabricantes de automóviles lo pasaron realmente mal. Y Alpine sería uno de ellos. De ahí que Renault vio la oportunidad y adquirió una parte de la compañía.
Sin embargo, no todo serían días de vino y rosas. Todo lo contrario. A finales de los 70 y tras construir cerca de 7.000 unidades, el sueño de Alpine con el A110 se desvanecía. La fábrica francesa en Dieppe, cada vez se centraba más en la construcción de los Renault deportivos (el R5 Turbo, el Clio Williams) y Alpine se veía relegada a un ‘rincón’ dentro del grupo francés.
La alianza con Caterham
Estamos en 2008. La crisis golpea el mundo de nuevo con una enorme recesión provocada principalmente por la burbuja inmobiliaria de Estados Unidos, que se tradujo en una gran crisis de liquidez y un incremento de las cifras de desempleo.
No obstante, Renault no ceja en continuar dando alas a Alpine, su marca de deportivos. De ahí que en noviembre de 2012 decida llegar a un acuerdo con otro constructor (Caterham) para la fabricación de coches deportivos.
De esta manera, Renault y Caterham explicaban que a partir de ahora fabricarían los coches deportivos en la planta de Alpine en Dieppe (Francia) y con el ADN de Alpine.
A través de este acuerdo de colaboración, Caterham Group adquirirá a Renault un 50% del capital de Alpine. Tras esta operación resultará la empresa Société des Automobiles Alpine Caterham que se formará en enero de 2013. Esta alianza en su momento contó con el beneplácito de Carlos Ghosn y también con el apoyo del Estado francés.
Vuelve Alpine
Estamos en 2017. Es el año elegido por el Grupo Renault para presentar el renacimiento de Alpine. En concreto, el lugar escogido es el Salón de Ginebra, muestra suiza donde se mostrará el Alpine A110.
Renault afirmaba por aquel entonces que el Alpine A110 sería el "digno heredero" de los principios conceptuales en cuanto a tamaño compacto, peso ligero y agilidad, sobre los que se basó el éxito y la gran acogida de la 'Berlinette'.
Asimismo, la compañía automovilística indicaba que el A110 incorporaba un chasis y una carrocería nuevas desarrolladas en aluminio, un material que permite reducir el peso total del vehículo y mejorar la dinámica de conducción.
En su primer año de comercialización Alpine vendió en todo el mundo 644 unidades, si bien desde Renault afirmaron que había cerca de 4.800 reservas.
Unas reservas que en 2018 se materializarán, puesto que Alpine disparaba sus ventas un 348% en este año, cuando matriculó 2.848 unidades.
Sin embargo, fruto de este énfasis inicial Alpine vuelve a sufrir un varapalo. En 2019 Alpine volvía a estar en entredicho con 700 unidades vendidas, lo que supone un 75% menos respecto al año anterior.
Esta situación desemboca una vez más en que hay ‘dar una vuelta’ a la marca Alpine. De hecho, en Renault se plantean la reconversión de la instalación de Dieppe al final de la producción del modelo Alpine A110.
Interés de Luca de Meo
Desde hace solo unas semanas, el principal mandatario de Renault es Luca de Meo. Y de Meo es una persona que siempre ha apostado por las marcas deportivas. Recordamos que fue uno de los artífices de Abarth en el Grupo Fiat y también ha hecho lo propio con Cupra, dentro de Seat y el Grupo Volkswagen.
Luca de Meo no es el responsable de Alpine, que ahora está bajo el mandato de Cyril Abiteboul, director general de Renault Sport Racing, pero desde aquí pensamos que seguro que habrá sido uno de sus valedores.
Ahora, por tanto, con la reorganización del grupo en cuatro divisiones (Renault, Dacia, Alpine y Nueva Movilidad) tenemos claro que Renault busca de nuevo apostar por Alpine quizás como marca deportiva o quizás como marca de orientación premium (algo similar a lo que el Grupo PSA ha hecho con DS). El futuro (y el mercado) decidirán esta nueva etapa de Alpine y en la que Fernando Alonso tendrá mucho que decir.