Si a día de hoy preguntáramos a cualquier usuario cuál es la primera marca que se le viene a la cabeza en materia de ecología y cuidado del medio ambiente; es más que probable que esta persona eligiera a Toyota como primera firma. El constructor japonés es líder en electromovilidad en España: de cada 10 coches que vende, más de 8 son híbridos.
Pues bien, a esta faceta ecológica, ahora tenemos que sumar una nueva, que casi podríamos decir que es completamente opuesta. Y esta no otra que la deportividad.
¿La razón? Toyota ha creado probablemente el coche urbano más radical que ha existido hasta la fecha. Se trata del Toyota GR Yaris, que ya está a la venta desde 32.900 euros, un precio elevado, sin duda, pero que denota su exclusividad.
Tal es así que la producción estimada será solo de unas 25.000 unidades, de las que 500 unidades serán solo para el mercado español.
Recordamos en este sentido que este nuevo modelo viene de la estrategia de Toyota de participar en la competición, con su división Toyota Gazoo Racing y con la que ha ganado hasta ahora el título del mundial de rallys en 2018 (como constructores), el de pilotos del WRC en 2019, con Ott Tänak y dos campeonatos del mundial de Resistencia (2018 y 2019), con Fernando Alonso, entre los pilotos participantes.
Vender coches más deportivos
La idea de Toyota no solo es vender coches para todas las necesidades, sino también que esta división de carreras pueda fabricar en fabricar coches de calle muy radicales (que son los GR como es el caso de este Yaris) y que después derive también en las versiones deportivas GR Sport.
Para conseguir esto, además, desde Toyota no solo quieren ofrecer una gama de coches, sino también crear una comunidad en torno a las siglas GR y, además, que los concesionarios también se involucren en su comercialización, con asesores y espacios específicos.
En qué cambia respecto al Yaris
Pues principalmente en todo. Así lo podemos decir. Para empezar, este nuevo coche urbano que, en realidad, es de circuito; está a la venta con una carrocería de tres puertas, en lugar de cinco puertas, como el Yaris convencional.
Esto, supone, además, que también baje la altura de la carrocería. En concreto, el techo, en su parte final, es un centímetro más bajo, lo que proporciona una aerodinámica mejorada. Una característica que también proviene por la silueta de la carrocería y por los cambios en las diferentes entradas de aire.
Otro aspecto importante es la incorporación de piezas de alta resistencia en el vehículo. En concreto, ahora cuenta con nuevos elementos de diversos materiales (acero, carbono, aluminio, etc) que aumentan la rigidez de la estructura.
Y también suma a los cambios la aplicación de mayor adhesivo estructural, en total cerca de 14,6 metros más.
Continuando con los aspectos que más cambian respecto al Yaris, destacamos la parte inferior del coche, lo que no se ve. Y en este sentido tenemos que señalar que el chasis del GR Yaris nada tiene que ver con el del Yaris convencional.
Entre otros motivos porque este GR Yaris tiene una primera mitad perteneciente al chasis del Yaris (TNGA-B) y una parte posterior del tren posterior que incorporan otros modelos como el Corolla o el C-HR, entre otros, basados en la plataforma TNGA-C.
A ello hay que sumar unos poderosos frenos de 356 milímetros de diámetro y pinzas de cuatro pistones para el eje delantero y de 297 milímetros y pinzas de dos pistones para el eje trasero.
Motor de tres cilindros
Sí, aunque suene raro, un motor de tres cilindros puede ser deportivo. Y mucho, de hecho. Este propulsor tiene 1,6 litros de cilindrada y rinde una potencia de alrededor de 260 CV, lo que significa que estaríamos hablando de una enorme cifra de 162 CV por litro de cilindrada.
A ello se suma un par elevado (360 Nm) disponible entre las 3.000 y las 4.600 revoluciones. Un potente motor, que se caracteriza por su reducido tamaño, peso ligero, y por su enorme respuesta. Tal es así que consigue los primeros 100 km/h en solo 5,5 segundos. Y a todo ello se suma una velocidad máxima de 230 kilómetros por hora.
Además, este motor está asociado a una caja manual de seis marchas (no hay opción de cambio automático). Y lo que es más importante, también se incluye un nuevo sistema 4x4.
Un complejo sistema formado por un diferencial para las ruedas delanteras, un diferencial trasero y una centralita ECU que se encarga de realizar los ajustes en tiempo real, dependiendo del ángulo de dirección, el acelerador, el freno, la velocidad angular, etc.
Además, cuenta con diferentes modos de conducción que permite distribuir la fuerza del motor a cada eje dependiendo de la situación. Así, por ejemplo, en el modo Normal la distribución es del 60:40; en Sport es del 30:70 y en Track es del 50:50.
Al volante en el Jarama
Llega el momento de la acción. Todo esto ha sido la teoría y ahora hay que ponerlo en práctica. Para ello, Toyota nos ha citado en el circuito del Jarama para comprobar en condiciones reales el desarrollo realizado al coche.
Así que dicho y hecho. Comienza la acción. Por delante tenemos la posibilidad de realizar varias series de tres o cuatro vueltas cada una. Entramos, por tanto, en el coche y la primera sensación que nos produce es algo contrariada, ya que la posición de conducción es algo elevada a nuestro juicio. También la visibilidad, que pensamos que es algo reducida ya que la luna delantera es algo pequeña.
Sin embargo, estas son las dos únicas críticas que podemos hacer al coche. A partir de ahí, todo lo que digamos será poco. Es increíble, cómo acelera, cómo frena, cómo entra en la curva y cómo vuelve a acelerar.
Para empezar, en relación a la aceleración lo que nos sorprende es que basta pisar con contundencia el pedal del acelerador para comprobar que el motor se pone a trabajar a tope y que esto se traduzca en mejores prestaciones.
Pero también destaca por los frenos. Mientras que con otros coches, hay que graduar mucho la pisada para que no se nos vengan los frenos abajo, con este Yaris de competición, no ocurre nada de eso. Todo lo contrario incluso, ya que nos incita a frenar con fuerza para comprobar lo bien que funcionan.
La dirección también nos gusta y lo mismo ocurre con las suspensiones ya que tiene mucho mérito que la carrocería apenas balancee y que incluso cometiendo errores en el trazado (como es nuestro caso) el coche sabe perdonarnos todo.
Llega el momento de realizar un recorrido en carretera. Ya sabemos lo bien que va el coche en circuito, así que ahora queremos saber si en carretera tiene un comportamiento tan bueno.
Y una vez más, el Toyota Yaris nos vuelve a sorprender. En carretera, por ejemplo, y ante una conducción más pausada, nos sorprende que estamos ante un coche cómodo, con el que se puede realizar cualquier viaje o incluso movernos en el día a día.
En definitiva, hasta la fecha ningún otro coche de calle nos había parecido tan efectivo en circuito. Ningún otro coche para el día a día tenía tantos componentes de la competición. Y, sobre todo, en este segmento y con este precio. Así que, desde aquí, estamos convencidos de que los 500 afortunados que adquieran una unidad, estarán enormemente satisfechos.