Mini se suma a las marcas que ya han fijado una fecha en el calendario para el final de los motores de combustión, los coches de gasolina y diésel como todos conocemos. Se trata del año 2030, momento en el que la firma perteneciente al Grupo BMW ha declaro que todos sus modelos a la venta serán 100% eléctricos.
De esta manera, Mini se suma a fabricantes como Tesla, que desde el principio comenzó solo con coches eléctricos; Smart, que ya solo vende eléctricos; Jaguar que ha anunciado que solo venderá eléctricos en 2025; Lexus, que prácticamente solo vende electrificados; y MG que también ha iniciado su andadura solo con modelos híbridos enchufables y eléctricos.
Antes de que llegue el año 2030, no obstante, Mini tiene que pasar por diferentes fases previas. Así, en este sentido, Mini señala que 2025 será el año en el que se presente el último Mini de combustión y que para 2027, la mitad de sus ventas serán ya modelos electrificados.
Esto que puede resultar algo muy lejano de alcanzar, en realidad, es más fácil, puesto que Mini ya vende uno de cada tres modelos electrificados. En España este porcentaje está un poco más bajo ya que en lo que llevamos de año 2021, las ventas de Mini de vehículos electrificados son del 24%.
En cuanto a los modelos con los que cuenta Mini electrificados, son, en concreto, dos. El primero de ellos, el que lleva más tiempo entre nosotros es el Mini Countryman híbrido enchufable. Y el segundo, que es más reciente es el Mini 100% eléctrico, es decir, el modelo urbano de tres puertas con cero emisiones.
Llega el nuevo Mini 2021
Precisamente es este modelo –tanto el eléctrico, como el de combustión como la variante cabrio- el que recibe una nueva actualización. Se trata de la segunda actualización que conocemos de este modelo, puesto que es un coche que fue lanzado en 2013, se renovó en 2018 y ahora lo vuelve a hacer en 2021.
Es por lo tanto el segundo 'restyling' que llega, algo que viene impuesto por el calendario de lanzamiento de los nuevos modelos y para cumplir con la promesa realizada por la compañía de que en 2025 lanzarán el último Mini de combustión.
Una pequeña actualización, no obstante, que no tiene grandes cambios, sino que solo son mejoras estéticas, de equipamiento, de aerodinámica y de consumo. Así, los motores y las cajas de cambios son las mismas.
En relación con el apartado estético, ahora el Mini destaca por su gran parrilla central, por el labio del espoliler delantero que tiene un perfil negro, porque desaparecen los faros antiniebla y porque recibe unas canalizaciones de aire para mejorar la aerodinámica.
Mini, en este sentido, ha trabajado mucho sobre el flujo del aire y ha creado una imagen más personalizada y deportiva con una línea de pasos de rueda más ancha, cambios en los intermitentes, llantas de nuevo diseño y nuevos colores.
Un techo con tres colores
Llama la atención la posibilidad de poner elegir un techo con hasta tres colores. Se trata de una opción que cuesta cerca de 700 euros y que desde la marca señalan que es una opción única y que de hecho cada "techo sería prácticamente único" puesto que es un proceso algo artesanal.
Otros elementos del exterior son el paragolpes trasero que también cambia, la luz antiniebla trasera… Sin embargo, es en el interior donde se aprecian más cambios. Así, por ejemplo, el volante ahora es distinto, cuenta con pulsadores que nos recuerdan al tacto de un móvil. Y a ello se suma un cuadro digital, que no es de serie en las versiones más accesibles. También destacable es la pantalla central de 8,8 pulgadas que incorpora numerosos 'widgets' de nueva generación.
En cuanto a la gama de motores, se queda de la siguiente manera (todos ellos de combustión):
Mini One | 102 CV
Mini Cooper | 136 CV
Mini Cooper S | 178 CV
Mini John Cooper Works | 231 CV
También está el Mini Cooper SE, que es la variante 100% eléctrica.
Con todos estos cambios Mini espera superar el número de coches vendidos del año pasado que fue de 9.000 unidades. Hasta ahora el mejor ejercicio de Mini fue de 13.500 unidades en 2019.
Un Mini en la Fórmula E
Precisamente Mini también es protagonista ya que es el coche de seguridad del Campeonato Mundial de Fórmula E de la ABB FIA. Se trata del Mini Electric Pacesetter, inspirado en el John Coopers Works (JCW).
El coche, que fue creado a partir del nuevo Mini Cooper SE como parte de una colaboración entre Mini Design, BMW Motosport y la Fórmula E, conecta el futuro electrificado de la marca con la historia de las carreras del JCW.
"Ya hemos demostrado lo bien que combinan la diversión al volante y la movilidad eléctrica con el Mini Eléctrico. Sin embargo, el Mini Electric Pacesetter, inspirado en el JCW, va un paso más allá y combina el carácter y el rendimiento de la marca JCW con la movilidad eléctrica", ha indicado el director de Mini, Bernd Körber.
El exterior del Mini Electric Pacesetter ha sido concebido para la vida en la pista y representa la interpretación más dinámica de un Mini 'cero emisiones'. En la parte delantera, los iconos clásicos de Mini, como los faros circulares y la parrilla hexagonal del radiador, crean la cara "familiar y fácilmente reconocible" de Mini.
Al mismo tiempo, los elementos característicos de John Cooper Works, como los pasos de rueda adaptados al ancho de vía del coche y el profundo faldón delantero con divisores adicionales a la izquierda y a la derecha, realzan el aspecto deportivo del frontal. Su mecánica también está basada en el Mini Cooper SE, por lo que desarrolla hasta 184 caballos de potencia, por lo que puede acelerar de 0 a 100 kilómetros por hora en 6,7 segundos.
"Esta versión extrema del Mini Electric se ha desarrollado como coche de seguridad para la Fórmula E, por lo que claramente no está pensado para su uso en carreteras públicas, pero revela una de las direcciones que podríamos tomar con la electrificación de la marca JCW", ha subrayado Körber.
El nuevo Mini Electric Pacesetter se vio por primera vez el 10 de abril, en la carrera 3 de la temporada 2021 de la Fórmula E.