Probamos los retrovisores digitales… ¿son mejores que los de toda la vida?

Dentro de la industria del automóvil son numerosas las innovaciones tecnológicas que se han desarrollado hasta la fecha. En la década de los 80, por ejemplo, fue la introducción y popularización del ABS, el sistema que impide que las ruedas se bloqueen, mejorando así la frenada y evitando accidentes. Algo similar ocurrió con el airbag, que también comenzó a introducirse hace décadas, primero en el volante y después repartido por otros lugares del vehículo.

Tras ellos, llegaron el ESP (que evita el derrapaje), en los 90; el detector de ángulos muertos (a principios de 2000)… Y en los últimos años, están proliferando los diferentes sistemas de ayudas a la conducción (ADAS) como la activación del alumbrado automático, el frenado de emergencia que evita colisiones y atropellos, la alerta de tráfico trasero, las cámaras traseras, delanteras o 360, el sistema de detección de fatiga…

Sin embargo, uno de los elementos más llamativos que también ha llegado en los últimos años es el de los espejos digitales.

Quizás el hecho de que sea más visible (las ADAS son tecnología que no se ven a simple vista) hace que llame más la atención y que cuando circulas con un vehículo con estas ayudas las personas que nos rodean no dejen de mirar estos elementos tecnológicos.

Nos referimos a los espejos digitales o los retrovisores con cámaras. Hasta ahora no son muchos los coches que incorporan esta tecnología. Si hacemos un repaso rápido encontramos el Audi e-tron, el Honda E y el Lexus ES, entre otros…

Los retrovisores digitales aumentan la eficiencia y mejoran la seguridad.

Los retrovisores digitales en el Lexus ES

Pues bien aprovechando que hemos viajado a Mallorca para conocer el nuevo Lexus NX, desde la marca japonesa nos han dado la oportunidad, también, de subirnos al Lexus ES de 2022, que incorpora algunas novedades que afectan al diseño, a los faros, a la pantalla multimedia…

No obstante, a nosotros lo que más nos sigue llamando la atención de este modelo son los espejos digitales o retrovisores con cámaras digitales. Es un elemento que ya disponía el Lexus ES a principios de 2021, si bien pensamos que sigue siendo uno de los elementos más diferenciadores de este coche junto con su sistema de propulsión híbrido.

Por este motivo, desde Motor ECO de EL ESPAÑOL hemos querido profundizar más en esta tecnología para saber cómo funciona, además de probarla en primera persona.

Antes de conducir el Lexus ES con estos retrovisores, lo que haremos será preguntar a la marca el porqué de esta tecnología. Y según la firma japonesa, la razón es la mejora en el rendimiento aerodinámico, la reducción del consumo y también el incremento de visibilidad cuando un objeto está en el ángulo muerto o bien en malas condiciones climatológicas como la lluvia.

El Lexus ES es uno de los coches que los incorporan junto con el Audi e-tron y Honda e.

Desarrollados con Panasonic

En el caso de Lexus, con el ES, estos retrovisores digitales se han desarrollado junto con Panasonic. Es una situación, por tanto, diferente a la de Audi que recurrió a Ficosa, la empresa de componentes española para el desarrollo de los retrovisores digitales.

Junto con las cámaras digitales que forman los espejos, esta tecnología también incorpora unos calefactores que impiden que se forme hielo o vaho y esto dificulte la imagen. Además, estas cámaras están protegidas de tal manera que no pueden quedarse gotas encima que impidan la visión. No obstante, si apareciera vaho el conductor puede aplicar una función en el vehículo para reducirlo o eliminarlo.

Los espejos digitales están en el acabado más alto del Lexus ES.

En marcha

Vamos a empezar la marcha y lo primero que hacemos es entrar en vehículo para iniciar la conducción. Abrimos la puerta y vemos como la imagen que muestra el retrovisor digital cambia de perspectiva. Lo que hace es mostrar más profundidad, para una vez cerrada la puerta volver a centrarse de nuevo.

Comenzamos a circular durante los primeros kilómetros y tenemos que reconocer que ha sido relativamente fácil acostumbrarnos a ellos. Por ejemplo, en Audi, con el e-tron, a nuestro juicio las pantallas están en una posición muy baja, lo que hace que la mirada no sea natural hacia ellas. Honda, por su parte, ha solucionado esta situación con varias pantallas, unas seguidas de otras.

La información se recoge en dos pantallas en el primer pilar con un tamaño de cinco pulgadas.

Y Lexus lo que ha hecho ha sido colocar las dos pantallas junto al primer pilar del coche, que es donde, más o menos, miraríamos con un espejo convencional. Es cierto que estas pantallas que tienen un tamaño de cinco pulgadas pueden parecer que tienen un diseño diferente al del resto de elementos del interior del vehículo, pero también hay que destacar la valentía de Lexus que ha preferido mantener la funcionalidad al diseño.

Continuamos la marcha y comprobamos sus principales virtudes. La ausencia de ruidos aerodinámicos es elevada, la visión de los vehículos que nos siguen es buena y, además, Lexus ha mejorado el parpadeo de las luces de led, que el ojo humano no puede distinguir pero las cámaras si lo aprecian.

Poco a poco va atardeciendo en Mallorca y aquí los espejos digitales muestran lo mejor de sí mismos. Destacan por una buena luminosidad y ofrecen unas imágenes claras incluso en condiciones de baja luminosidad.

Imagen de la pantalla donde se muestra la información de la cámara.

Qué precio tienen los espejos digitales

Esta es una de las cuestiones principales para saber si merecen o no la pena. Y en este sentido, tenemos que decir que estos espejos digitales son de serie el acabado más alto del Lexus ES. Hablamos de la terminación Luxury, que tiene un precio 8.000 euros superior al anterior acabado, si bien también dispone de elementos como el head-up display, sistema de sonido Mark Levinson, cámara de aparcamiento de 360, asientos delanteros y traseros calefactados y delanteros también ventilados…

¿Merece la pena entonces? Es difícil responder a esta pregunta. A nuestro juicio es un elemento de seguridad más. Es cierto que es una tecnología que está recién llegada pero también estamos seguros de que poco a poco evolucionará y mejorará.

Por lo tanto, es un avance más que suma con el objetivo de que la conducción sea cada vez más segura y que estamos convencidos de que, más pronto que tarde, llegará a modelos más accesibles y económicos.