El Mazda CX-60 es un coche clave en la historia de la marca japonesa. Representa todo lo que Mazda ha incorporado en su ADN a lo largo de sus últimos 100 años de historia.
Hablamos de un diseño extraordinario tanto en el exterior como en el interior; de unos acabados que siguen la tradición japonesa; una tecnología de última generación orientada hacia el ser humano; unas motorizaciones eficientes y tecnológicas... Y todo ello basado siempre en el mejor trabajo artesanal japonés.
Además, el Mazda CX-60 incorpora como novedad en la marca la tecnología híbrida enchufable, un tipo de sistema de propulsión que permite circular en modo 100% eléctrico y dota a este SUV de la etiqueta cero de la Dirección General de Tráfico.
Mazda CX-60 y el trabajo de los takumis
De todos los aspectos mencionados anteriormente, hoy nos queremos centrar el trabajo artesano realizado por Mazda en el nuevo CX-60. Una labor que se basa en el cuidado que ofrecen los maestros takumis y que hacen que este vehículo sea especial y único en su categoría.
Comenzando por el diseño, desde Mazda querían que el nuevo CX-60 supusiera una reinterpretación y evolución del diseño Kodo, que significa alma en movimiento. Para conseguirlo, este nuevo SUV está inspirado en cultura japonesa, en la naturaleza, en los jardines…
Según afirma Jo Stenut, director de diseño de Mazda en Europa: "no nos guiamos por los números, sino por los sentimientos; que los tratamos de ordenar en una sola forma. En nuestro proceso de diseño, podemos estar usando procesos similares a los de un artista que está creando una escultura".
En este sentido, desde Mazda señalan que cuando están modelando un coche, en realidad son artesanos. Una labor en la que el diseño exterior se basa principalmente en sensaciones, en trabajar los sentimientos del corazón.
El diseño de un coche es una obra de arte
Por ello, cuando en Mazda se propusieron el desarrollo del CX-60 lo primero que hicieron fue crear unos modelos de arcilla que "fueran los mejores del mundo". Un proceso en el que se quiere contribuir en el proceso creativo y no solo ejecutar una idea. De ahí que también realicen esculturas que permitan "inspirar a los diseñadores en su trabajo para dibujar los coches", afirma Stenut.
Desde Mazda ven un coche "como si se tratara de una obra de arte y su desarrollo como una manera artística", señala este diseñador. "Un proceso creativo al que todos los diseñadores les encantaría trabajar en esta empresa porque realmente estamos creando cosas", señala Stenut.
El cuidado de los colores, las sombras e interiores
Un proceso creativo en el que Mazda también cuida los colores para ofrecer un contraste alto, el juego que proporcionan las sombras, las sensaciones que reciben las personas cuando se sientan dentro del coche. "Cuidamos mucho el tacto, ya que sabemos que cuando la gente se sienta en el coche, lo primero que hace es tocarlo todo", dice el director de diseño.
Por ello, en Mazda se preocupan de que el nuevo CX-60 ofrezca "una sensación de bienvenida". De ahí que "los materiales sean muy importantes y se sientan que sean reales. Son materiales que están relacionados con la tradición del maestro".
Las costuras del salpicadero, por ejemplo, están basadas en el Musubu o arte de anudar y conectar. Y también en Kaichô, que es la mezcla de distintos materiales y texturas para generar un punto de irregularidad combinando madera de arce, el cuero napa, refinados tejidos japoneses y detalles cromados.
Asimismo, el tratamiento de las molduras en madera de arce se inspira en el Hacho, otro concepto estético japonés que explota la asimetría y la irregularidad intencionada. Y a ello se suman unos tejidos con distintas fibras y patrones que responden a los cambios en la iluminación.
Orientado al conductor
Otro aspecto clave del nuevo Mazda CX-60 es la necesidad de perfeccionar la experiencia del conductor Jinba Ittai, atendiendo así a las necesidades individuales de cada persona.
De esta manera, el coche puede reconocer al conductor y ajustar automáticamente elementos como la posición del asiento, volante, retrovisores, pantalla 'head up display' e incluso la configuración del sistema de sonido y la climatización.
Tecnología eficiente
Otro de los puntos fuertes del nuevo Mazda CX-60 es la llegada de las versiones híbridas enchufables. En concreto el Mazda CX-60 e-Skyactiv PHEV es el primero de una serie de modelos híbridos enchufables que la marca introducirá en Europa.
Combina un motor de gasolina de 2,5 litros Skyactiv-G con cuatro cilindros e inyección directa con un motor eléctrico de 100 kW de potencia. Entre ambos, la potencia total del Mazda CX-60 es de 327 CV (241 kW), destacando además un poderoso par de hasta 500 Nm.
Esto hace que el nuevo Mazda CX-60 sea el coche más potente creado por Mazda hasta la fecha. Una potencia que se traslada en unas grandes prestaciones, con una aceleración de 0 a 100 km/h en 5,8 segundos.
Y junto a su potencia, también destaca por su eficiencia. Para ello, el motor eléctrico es alimentado por una batería de alta capacidad de 17,8 kWh y 355 V. Una batería que le permite ofrecer una autonomía de 63 kilómetros en modo 100% eléctrico siempre que se circule a menos de 100 km/h.
Además, en poco más de dos horas con un cargador enchufado a una toma de corriente alterna de 7,2 kW, se puede cargar por completo la batería.
En el caso de que entre en funcionamiento el modo híbrido, con el motor de combustión, el consumo medio, según la normativa WLTP, es de solo 1,5 litros cada 100 kilómetros y unas emisiones de 33 gramos.
Y cierra el apartado tecnológico el equipamiento en materia de seguridad, con ayudas a la conducción como un monitor de 360 grados (con visón trasparente) que mejora la visibilidad, detección de peatones traseros, mantenimiento en el carril y asistente de velocidad inteligente, entre otros elementos. Así es el Mazda CX-60, un SUV completamente tecnológico que se convierte en el nuevo modelo insignia de Mazda.