Otro de los aspectos por los que se interesó el tenista español fue por las dimensiones del vehículo y también por la tecnología. De hecho, cuando se sentó dentro del vehículo quedó sorprendido por el puesto de conducción con su gran pantalla curva, el salpicadero y los materiales empleados.
En cuanto a las prestaciones, Rafa Nadal, al igual que todos los usuarios, lo primero que preguntó fue por la autonomía. Si bien cuando supo que se pueden realizar 510 kilómetros con una única carga, lo cierto es que quedó sorprendido por esta autonomía y por la rapidez con la que carga. Argumentos todos ellos para decir a los responsables de Kia que el coche le había encantado y que quería uno.