El Mazda CX-30 nace de la tradición japonesa para satisfacer las necesidades de las personas, un coche que sigue el lenguaje KODO o Alma del movimiento. Es el equilibrio entre armonía, calidad y practicidad, cualidades que han sido perfeccionadas en esta séptima generación de los productos de la marca.
Este modelo supone adentrarse en un nuevo segmento del mercado por sus medidas, que comprenden 4.39 metros de largo, 1.79 metros de ancho y 1.54 metros de alto, unas cifras que ofrecen el espacio suficiente para disfrutar del día a día sin perder una dimensiones exteriores compactas.
"Menos es más" como filosofía en su diseño
Tras el éxito de los valores del lenguaje KODO implementados en el Mazda 3, el Mazda CX-30 sigue la misma filosofía, en la que “menos es más” y cada elemento se ha perfeccionado hasta conseguir pureza visual. En el exterior las líneas fluyen en un diseño limpio, pero sin perder los rasgos musculados propios de un SUV.
La parte superior de la carrocería sigue una estructura cupé, lo que denota matices deportivos y aerodinámicos, mientras que en la mitad inferior se encuentran los pasos de ruedas para transmitir mayor robustez y estabilidad propios de un coche de su segmento.
Su imagen está regida por el concepto visual “Cargar y Liberar”, una identidad que traslada los valores del diseño KODO al Mazda CX-30 a través de una serie factores clave: Yohaku que significa belleza en el espacio vacío, Sori o curvas proporcionadas y Utsuroi que juega con las luces y sombras de la carrocería.
Su estética confluye con el movimiento, ya que renuncia a formas más angulosas a cambio de unos rasgos de ritmo, sintonía y fluidez. Su fachada es una constante sensación de movimiento hacia delante.
La relación entre persona y coche planteada en los modelos de Mazda se traduce en encontrar soluciones versátiles y funcionales. El Mazda CX-30 a pesar de tener unas dimensiones compactas, brinda al conductor y pasajeros infinidad de posibilidades como realizar viajes en familia, disfrutar del confort en marcha o un maletero con gran capacidad de carga.
Un interior con calidad premium
Además, su interior es otra de las grandes expresiones de máxima calidad, diseño y ergonomía sin perder los rasgos más característicos de la tradición japonesa que tanto define al Mazda CX-30. Ejemplo de ello es el uso del Ma, un término que hace referencia a un puesto de conducción acogedor y que arropa al conductor, en sintonía con la amplitud restante del habitáculo interior.
El conductor puede vivir una experiencia confortable y dinámica gracias a la disposición del cuadro de mandos orientado hacia él, para así circular de manera más óptima y sin distracciones. Los tres relojes del cuadro de instrumentación y la pantalla central se ubican de manera que forman el ángulo perfecto para una mayor visibilidad.
La calidad percibida en el interior es innegable, y en el salpicadero se aprecian los materiales utilizados que aportan un tacto agradable, rematados con costuras de alta calidad y detalles metálicos.
La palanca de cambios, los posa vasos y el mando HMI también se sitúan cercanos al puesto del conductor, para tener un alcance de fácil acceso y disfrutar aun más de la experiencia de conducción. Y para reforzar la idea de ergonomía, la consola central ofrece un apoyo donde poder descansar el peso de la rodilla, así como un reposa brazos confortable.
Las nuevas tecnologías inundan por dentro, siempre integradas entre materiales de primera calidad y con acabados minuciosamente cuidados, como el equipo de sonido de ocho altavoces Mazda Harmonic Acoustics o la opción premium Bose de doce altavoces. Todo esto sirve para recrear una atmósfera de excelencia y bienestar.
Otro perfeccionamiento reflejado en este modelo es la tecnología Skyactiv-Vehicle Architecture de nueva generación, una manera de entender el diseño de los asientos enfocado a la ergonomía. Con esto se busca el máximo confort en marcha, para un control riguroso y natural del propio vehículo. Asimismo se ha trabajado el ruido del habitáculo interior para reducir por completo la rumorosidad, y así conseguir una rodadura de categoría.
Motores híbridos y etiqueta ECO
La gama del Mazda CX-30 incorpora motores de gasolina con una tecnología de hibridación ligera denominada Mazda M Hybrid (de serie) y se asocia a dos mecánicas concretamente: 2.0 l. e-Skyactiv G de 122CV y e-Skyactiv X de 186CV. Esta tecnología integra principalmente un generador y una batería de 24V, y estos permiten un ahorro adicional como consecuencia de la energía recuperada mediante deceleraciones.
El generador funciona entonces como un motor eléctrico que asiste al motor de combustión, ya que mediante la energía cinética recuperada la convierte en energía eléctrica y la almacena en la batería de de iones de litio de 24V.
Al utilizar propulsión eléctrica, la rodadura es más refinada y aporta un potencia extra en determinados momentos, como al volver a arrancar y de manera silenciosa después de que el coche se haya detenido con el i-Stop. Consiguiendo así un ahorro en combustible y en emisiones de CO2.
Todo esto hace que el Mazda CX-30 pueda disfrutar de los beneficios de la etiqueta ECO de la DGT, con la que puedes acceder al centro de las ciudades sin restricciones, así como estacionar en la calle pagando solo el 50% del importe.