Híbrido, gasolina, diésel, enchufable… ¿Qué coche comprar? Lo analizamos con el Kia Sportage

En estos días Kia está ampliando la gama de su nuevo Sportage de quinta generación con la llegada de nuevas mecánicas. En concreto, este SUV de tamaño medio ahora está disponible con más motores.

Si el Kia Sportage hasta ahora se vendía con versiones de gasolina e híbridas, ahora llegan variante diésel e híbridas enchufables. Esta variedad hace que este SUV sea de los más completos que existe en España y, de ahí que el director general de Kia en España, Eduardo Dívar, estime que en 2022 se pueden vender cerca de 12.000 unidades de este modelo.

Es una gama tan amplia que permite que cada usuario pueda elegir de forma más fácil según sus necesidades. Sin embargo, como esta elección puede ser algo complicada, desde aquí vamos a intentar poner algo de luz para ayudar a los usuarios.

Precios del Kia Sportage

Y comenzamos con los precios… A continuación, analizamos los precios de cada una de las primeras versiones de cada tecnología:

Esta primera tabla ya nos vale para tener unas primeras conclusiones. Y estas son, por ejemplo, que si queremos dar el salto de un coche de combustión a uno híbrido son aproximadamente unos 6.000 euros adicionales.

Y si lo que queremos es todavía sumar un salto más y pasar a la tecnología híbrida enchufable estaríamos hablando de unos 12.000 euros más, si bien aquí habría que descontar las ayudas del Plan Moves de 2.500 euros sin necesidad de achatarrar y 5.000 euros achatarrando.

Ya tenemos claro cuál es el precio de adquisición… ahora lo siguiente es conocer cuál es el gasto cada 100 kilómetros de cada uno de ellos y una estimación del gasto según el kilometraje. Y para ello vamos a tomar como referencia el consumo oficial de combustible por el precio de los mismos (gasolina a 2,14 € y diésel 2,12 €).

Para el coste del híbrido enchufable hemos estimado el coste de una recarga a 0,24 € el kWh y el precio del resto de la distancia en modo híbrido hasta completar los 100 kilómetros. Este es el resultado…

Y ahora en esta otra tabla extrapolaremos los datos a lo que puede ser un gasto anual de entre 10.000 y 15.000 kilómetros:

Esta tabla nos permite ver que con un kilometraje de entre 10.000 y 15.000 kilómetros al año y siempre que el enchufable se enchufe de forma diaria será la tecnología más económica para desplazarse.

Con un híbrido enchufable el ahorro será mínimo de 400 euros al año e incluso podría llegar a los 1.000 euros al año. Pero una vez más tenemos que recordar que habría que enchufarlo todos los días para que este ahorro sea real.

Suponiendo que los precios se mantuvieran como los conocemos ahora (esto no suele ocurrir), si extrapolamos este consumo a cerca de 60.000 kilómetros y una distancia temporal de cuatro años, tenemos que las diferencias serían superiores a los 4.000 euros.

Por tanto, esta tabla permite ver las cosas de forma diferente. Entre otras razones porque las diferencias no son tan elevadas. Podríamos decir que entre unas tecnologías y otras habría entre 2.000 y 3.000 euros de diferencia.

En este sentido, el híbrido enchufable todavía sigue siendo mucho más caro, pero sí empieza a apreciarse una menor diferencia de precios.

A continuación, sumamos también el precio del combustible a cuatro años:

Llega el momento de sumar otras variables, como por ejemplo el aparcamiento de una zona SER de Madrid (estacionamiento regulado).

En este sentido, lo que hacemos es añadir el coste de un aparcamiento de alquiler privado de 90 euros al mes ya que donde dejamos el coche casi todos los días es una zona de pago. Un gasto que supondrá 1.080 euros al año y 4.320 euros al final de los cuatro años, que nos podremos ahorrar porque el híbrido enchufable no paga.

Y por último tenemos que añadir las subvenciones del Plan Moves que solo están disponibles para la versión híbrida enchufable y que son de 2.500 euros sin achatarrar.

Con todo ello ya tenemos la conclusión principal. Esta conclusión es que podríamos decir que hay un coche para cada necesidad.

Por ejemplo, si lo que se necesita es un coche para la ciudad, con zonas restringidas al tráfico o de pago por aparcamiento la versión más razonable al cabo de cuatro años es la variante híbrida enchufable.

Por el contrario, si el uso que le diéramos al vehículo es de hacer muchísimos kilómetros al año, la alternativa más interesante es el diésel o diésel híbrido ligero. A partir del cuarto o quinto año será más rentable.

Por último, si lo que buscamos es un coche electrificado pero no tenemos posibilidad de enchufe, pero sí queremos reducir las emisiones, entonces lo más recomendable es la versión híbrida.

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