Desde este mes de julio de 2022 todos aquellos vehículos (coches y vehículos comerciales) que se desarrollen (que se lancen a partir de ahora) deberán contar con una ‘caja negra’ que registre un accidente.

Además, todos aquellos que se vendan como nuevos (independientemente de cuándo se hayan desarrollado) deberán disponer también de esta ‘caja negra’ a partir del próximo 7 de julio de 2024.

Esta obligatoriedad, impuesta por la Unión Europea tal y como se puede comprobar en el reglamento 2019/2144, tiene una gran importancia, sobre todo a la hora de la investigación de accidentes.

Entre otras cosas porque los cuerpos de seguridad del estado y también las compañías de seguros podrán conocer con mayor rigurosidad cómo se produjeron aquellos accidentes graves, con grandes pérdidas humanas o materiales.

Por este motivo, para conocer, todos los detalles de cómo son y cómo funcionan las cajas negras de los coches, desde EL ESPAÑOL, hemos contacto con la empresa de componentes Bosch. Una compañía cuenta con una gran experiencia en materia de seguridad y, además, comercializa diferentes sistemas relacionados con estas cajas negras.

Datos que se obtiene de una caja negra de un coche. Bosch

Las cajas negras o EDR (Event Data Recorder)

"El sistema que se conoce como EDR (Event Data Recorder) es parecido a una caja negra del vehículo", afirma Javier de Santos Domínguez, especialista en Formación, Soporte Técnico y desarrollo de nuevos servicios de Bosch en España.

"Está dentro de la unidad de control del airbag", continúa. "Se trata de una pequeña parte inmersa dentro de este dispositivo. Lo forman un pequeño hardware y también un software", afirma. "Y la información se extrae a través del conector OBD, conectando con el propio airbag en esa zona determinada", señala.

Imagen de archivo de un accidente de tráfico.

Bajo los asientos

En cuento al lugar concreto de esta unidad "normalmente va en el centro del habitáculo, muchas veces por debajo de los asientos. Está en un sitio céntrico porque contiene sensores de impacto", señala este experto.

La razón de que tanto esta unidad como la del airbag estén en el centro es porque el vehículo necesita confirmar por diferentes señales o informaciones que ha ocurrido un impacto.

Es la mejor manera de que no salten los airbag en situaciones no deseadas como pegar un golpe al volante o un roce ligero con el paragolpes. De esta manera, si la unidad del airbag recibe por dos sensores diferentes la información del impacto es cuando salta la bolsa del aire.

Y con las cajas negras ocurre algo similar. Es cuando ocurre un evento de estas características cuando se pone a grabar. "Lo que hace el sistema es grabar lo que se llaman eventos. El sistema está continuamente con el ojo avizor, observando un montón de datos que está generando en el vehículo", señala. Es en el caso de producirse un impacto cuando recoge la información de los diferentes sensores "desde los cinco segundos antes del impacto y hasta 0.2 segundos (200 milisegundos) después", afirma este especialista.

8 fotos

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Qué datos guarda una caja negra

¿Y qué tipo de información se guarda? Pues según nos reconoce este técnico de Bosch, lo que se almacena "es la posición exacta del acelerador, si estábamos pisando el freno, si estamos pisando el embrague, en qué velocidad estaba engranado, si había averías en el control de motor, si había averías en el control de ABS o de ESP….". Por lo tanto, la unidad lo que recoge es información basada en datos, pero no graba sonidos, ni conversaciones ni imágenes de lo que haya podido pasar antes o después del accidente.

Los datos recogidos, eso sí, son fundamentales para conocer cómo ha sido el impacto y cómo se ha producido el accidente. Y a partir de aquí viene otro de los aspectos clave, que es… ¿para qué se necesita esta información? Pues según nos reconocen desde esta compañía principalmente es para esclarecer por qué ha ocurrido el siniestro.

Dos guardias civiles regulando el tráfico.

Utilizado por la Guardia Civil

De esta manera, tanto la Guardia Civil como los Mossos d'Esquadra y la Ertzaintza tienen equipos para poder recoger la información que guardan los EDR. Por lo tanto, en caso de que fuera necesario estos cuerpos de seguridad podrían acceder por medio del OBD (el puerto de comunicación del vehículo) a estos datos. O bien podrían pedir a empresas como Bosch que recuperen los datos.

Y esto abre la puerta también a nuevos actores, como por ejemplo las compañías de seguros. También estas empresas podrían a partir de ahora acceder a estos datos para conocer cómo ha sido un siniestro.

¿La finalidad? Pues principalmente evitar fraudes. Ha habido casos en los que un asegurado ha señalado que ha tenido un accidente en determinadas circunstancias y luego con la lectura de los datos se ha podido saber que en realidad estaba derrapando en una glorieta, por ejemplo. Esto permitirá a la aseguradora negarse a reparar el vehículo si no se ha cumplido la normativa de circulación.

Eso sí, para extraer los datos se necesita previamente una orden judicial. Ningún cuerpo de seguridad o empresa puede recopilar la información sin la autorización del juez, según nos reconoce este experto. Además, los datos que se recopilarán serán los del coche, nunca los del individuo. Eso quiere decir, por tanto, que este dispositivo no determinará con exactitud quién estaba al volante.

En este sentido, sí que hay que reconocer que los coches ya están, cada vez más, introduciendo al usuario la posibilidad de que incorpore su perfil en el vehículo.

Así cuando entre en el mismo recibirá un mensaje señalando que se identifique y poniendo en conocimiento que sus datos se pueden registrar. Sea como fuere, lo cierto es que a partir de ahora, existen nuevas herramientas para determinar de forma más segura cómo se ha producido un accidente.

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