La Asociación Europea de Fabricantes de Automóviles (ACEA) ha vuelto a poner en duda la eficacia de la normativa Euro 7, que restringe los estándares de las emisiones contaminantes para automóviles, furgonetas y camiones pesados, y ha defendido que apenas supondrá cuatro puntos porcentuales adicionales en la reducción de las emisiones de óxido de nitrógeno (NOx) de los turismos para 2030.
La organización ha explicado que la aplicación de Euro 7 implica que los fabricantes deberán desviar una parte importante de sus recursos financieros para el desarrollo y mejora de los motores eléctricos a optimizar las emisiones de los motores de combustión, cuando a partir de 2035 se prohibirá la venta de vehículos con este tipo de propulsión.
De este modo, ACEA ha comparado los volúmenes de emisiones de NOx por cada tipo de vehículo hasta 2050 en función de si se aplica o no esta nueva normativa. En ese sentido, ha señalado que Euro 7 pretende alcanzar las cero emisiones a partir de 2025 para los turismos y las furgonetas, y en 2027 para los camiones.
Los resultados del análisis, que tiene en cuenta la normativa y la estimación de ACEA sobre el aumento de vehículos de cero emisiones, apuntan que la aportación de las nuevas reglas europeas solo supondría cuatro puntos porcentuales adicionales en la rebaja de las emisiones de NOx en los turismos para 2030, mientras que en el caso de las furgonetas y de los camiones pesados sería de dos puntos porcentuales y en el de los autobuses no cambiaría nada.
"Una inversión masiva en Euro 7 solo tendría un beneficio ambiental adicional marginal, pero requeriría que los fabricantes desviaran importantes recursos financieros y de ingeniería de la electrificación y los vehículos de cero emisiones hacia el motor de combustión interna. En última instancia, esto conlleva un gran riesgo de ralentizar la transición hacia la neutralidad climática", ha valorado la asociación.
Los resultados de la comparativa también apuntan que en ambos escenarios las emisiones de NOx en 2023 en el transporte por carretera en Europa serán de 1,68 millones de toneladas, mientras que en 2050, en el contexto de aplicación de la normativa, serán de 36.000 toneladas, mientras que sin la medida serían 57.000 toneladas. Es decir, con Euro 7/VII se emitirían en 2050 un 36,84% menos de NOx que en ausencia de la normativa.