Este viernes llega a las pantallas de cine el estreno de ‘Astérix y Obélix: el Reino Medio’, una nueva película para todos los miembros de la familia que también puede ser llamativa para los amantes del motor. Y decimos esto puesto que, en este filme, la marca francesa Citroën ha hecho un ‘cameo’ para idear cómo sería el automóvil en el que viajan Astérix y Obélix para vivir sus nuevas aventuras.

Además, y como curiosidad, Citroën en esta ocasión no ha creado un coche futurista como puede ser el Oli. Sino todo lo contrario. Ha desarrollado un vehículo para viajar en el tiempo atrás, y más en concreto al año 50 antes de Cristo. Un viaje en el tiempo para el que los diseñadores del Centro de Estilo Citroën han trabajado con una gran agilidad, terminando el vehículo en sólo tres meses, cuando habitualmente se tarda un año en pasar de la libreta al stand de un Salón del Automóvil.

Al carruaje, desarrollado en el filme por el herrero Esautomatix, no le falta ningún detalle. Su carrocería de madera tiene una línea inconfundible. Se podría decir que se anticipa 2000 años en el tiempo. No hay que olvidar que este carro está tirado por dos caballos. Llaman la atención sus ruedas, adornadas con dos vistosos chevrones rojos y realizadas, en un ejemplo temprano de economía circular, con escudos reciclados. Como el Citroën 2 CV, dispone de techo solar y sus faros, inspirados en los cascos galos, aseguran una óptima iluminación nocturna gracias a sus luciérnagas alimentadas con poción mágica. El confort está asegurado por una suspensión realizada con estómago de jabalí.

Se trata de un vehículo esencial cuyas virtudes, como las de los Citroën de nuestros días, traspasan fronteras: su reputación llega a la mismísima Gran Muralla, donde se ve un anuncio de este modelo, homenajeando a la campaña de lanzamiento del Citroën AX. Como las orugas Citroën Kegresse del Crucero Amarillo que se enfrentaron a un reto similar, el raid Beirut-Pekín, tiene todo lo necesario para enfrentarse a un trayecto imprevisible.

El Citroën de la película de Astérix y Obélix.

Además de ser todo un acontecimiento cinematográfico, el estreno de “Astérix y Obelix” representa la unión de dos grandes iconos de la cultura francesa, reconocidos en los cinco continentes. Si, desde 1919, Citroën ha llevado el buen nombre del automóvil galo por las calles y las carreteras de todo el mundo con diseño, confort y avances tecnológico, Astérix y Obélix son héroes con una reputación reconocida dentro y fuera de La Galia. Nada menos que 385 millones de álbumes, traducidos a 111 idiomas y dialectos, cantan sus gestas frente a los invasores romanos. A todo esto hay que sumar 15 largometrajes de imagen real o de dibujos animados.

Cartel de la película de Astérix y Obélix.

Citroën ha apoyado activamente el rodaje con una flota de diez vehículos electrificados formada por varias unidades de los Citroën Ami, ë-C4, ë-SpaceTourer, ë-Jumpy y C5 Aircross Plug-in Hybrid, que han cubierto las necesidades de movilidad de los equipos técnicos y artísticos reunidos por Pathé y Trésor Films para la creación de esta película.  Asimismo, ha creado un punto de carga muy especial inspirado en el universo de los irreductibles galos: el Toutelectrix.

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