La vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica y el reto Demográfico, Teresa Ribera, ha criticado este miércoles que los reparos de Alemania al veto a los coches de combustión desde 2035 generan "ruido e incertidumbre" sobre las decisiones de la Unión Europea y el buen funcionamiento de las instituciones.
En declaraciones a Politico, Ribera ha afirmado que este "movimiento de última hora no está respaldado por la industria automovilística" y que viene motivado por "problemas domésticos" en el gobierno de coalición -de socialdemócratas, ecologistas y liberales-- que lidera el canciller, Olaf Scholz, no está respaldado por la industria automovilística.
"Genera demasiado ruido e incertidumbre sobre lo que estamos decidiendo, no ayuda a las tendencias de innovación y no es útil para la industria", ha aseverado la ministra, en relación con el giro de Alemania en las negociaciones para que a partir de 2035 todos los turismos y furgonetas nuevos que se comercialicen en la UE sean "cero emisiones", lo que en la práctica supondrá la prohibición de comercializar vehículos de combustión, incluidos los de gasolina, diésel e híbridos.
La medida se aprobó en el pleno del Parlamento Europeo del pasado 14 de febrero, pero ha sido en las negociaciones a nivel de embajadores donde Alemania ha mostrado sus reticencias sobre un acuerdo entre instituciones que ya se acordó el pasado otoño.
Esta norma forma parte del paquete climático que la Unión Europea quiere impulsar esta legislatura para reducir al menos en un 55% las emisiones contaminantes del bloque en el horizonte de 2030 (respecto a 1990).
"Hay preocupaciones concretas que explican este movimiento de última hora del Gobierno alemán, pero estas no deberían socavar toda la estrategia del 'Fit for 55' ni el proceso de toma de decisiones; no creo que sea bueno para el funcionamiento de las instituciones", ha recalcado Ribera.