A la hora de hablar de líderes mundiales en coches eléctricos, está claro que Tesla es el número uno. Un liderazgo que, por el momento, no peligra, ya que su principal competidor, el Grupo Volkswagen, tiene la mitad de ventas de Tesla y Stellantis (Peugeot, Citroën, Fiat y Jeep) están todavía más alejados.
Por no hablar de Toyota que se ha quedado rezagado en el coche eléctrico ya que su gran apuesta para esta década son los híbridos. Sin embargo, todo esto empieza a cambiar para la marca japonesa. O al menos es lo que pretende esta compañía que sigue siendo líder mundial con más de 10 millones de coches eléctricos.
Esto es lo que se puede descifrar de un plan presentado recientemente por el líder japonés, en el que definitivamente quiere apostar por los coches eléctricos para reducir su distancia con Tesla. Y entre las mejoras destaca principalmente, la apuesta de Toyota por las baterías de estado sólido de alto rendimiento y otras tecnologías para mejorar la autonomía y reducir el gasto de producción de los futuros vehículos eléctricos ha señalado la compañía esta semana, tal y como recoge la agencia de noticias Reuters.
En relación con las baterías, el objetivo de Toyota es primero lanzar unas baterías de nueva generación de ion litio para el año 2026. Estas nuevas baterías ya ofrecen una mayor autonomía y cargas más rápidas que las actuales.
Si bien, no obstante, la firma japonesa está también trabajando en dar un paso más y estima producir una nueva generación de baterías ya con la tecnología de estado sólido entre los años 2027 y 2028. Estas baterías, sobre todo, están enfocadas a conseguir un gran avance tecnológico para ofrecer mayor durabilidad.
Además, también permiten ofrecer más autonomía y mayor rapidez en la recarga. De hecho, un vehículo eléctrico con una batería de estado sólido podría tener una autonomía de 1.200 kilómetros y un tiempo de carga de 10 minutos, señalaban los responsables de Toyota, tal y como recoge esta agencia de noticias.
Con este nuevo avance, Toyota quiere dar un golpe de autoridad y cambiar su actual tendencia de una mayor apuesta por los híbridos para dar un salto de mayor profundidad hacia el vehículo eléctrico.
Unas baterías con más energía
Tal y como recoge la agencia Reuters, las baterías de estado sólido son la gran esperanza de fabricantes y consumidores para poder fin a los límites de autonomía de los coches eléctricos. En este sentido, las baterías de estado sólido pueden contener más energía que las baterías de ion litio actuales.
No obstante, como estas baterías serán durante muchos años muy caras, Toyota también espera desarrollar baterías de fosfato de hierro y litio que pueden presentar un mejor rendimiento a las actuales de ion litio. Y aun así, Toyota ya habla de conseguir autonomías de 1.000 kilómetros en sus coches eléctricos de los próximos años, con la intención así de reducir la distancia que le separa del número uno del mundo en eléctricos (Tesla) que cuenta con autonomías que comienzan en los 500 kilómetros.
Nuevas tecnologías de montaje para las fábricas
Otro de los grandes avances en los que estaría trabajando Toyota es en incluir una plataforma dedicada para vehículos eléctricos. Esta nueva plataforma tiene como objetivo reducir las inversiones que hay que acometer para nuevos modelos, además de líneas de ensamblaje con una mayor automatización, incluso eliminando el sistema de cinta trasformadora, que creó la industria del automóvil con Henry Ford como pionero en 1910.
A ello se suman algunos avances también ideados por Tesla que permiten reducir los costes de producción, que permiten reducir la complejidad del vehículo.
La fábrica BEV de Toyota, establecida en mayo, tiene como objetivo producir alrededor de 1,7 millones de vehículos para 2030, dijo Kato, aproximadamente la mitad de los 3,5 millones de vehículos eléctricos que Toyota pretende vender anualmente para ese año.
Se trata por tanto, de una cifra muy elevada si tenemos en cuenta que Toyota está comercializando actualmente el 1% de sus ventas como coches eléctricos. Esto supone, por tanto, una cifra anual de alrededor de 100.000 unidades, tomando como referencia los 10 millones de coches a lo que nos tiene acostumbrados.
Por tanto, estaríamos hablando de que el ‘gap’ actual que tiene Toyota con Tesla es de 100.000 unidades por parte del fabricante japonés, frente a los 1,3 millones de Tesla.