En cuestión de sólo unos meses, en torno al verano, la Unión Europea (UE) comenzará a imponer aranceles a los coches chinos. Se tratará de un impuesto específico que se aplicará a los coches eléctricos procedentes de China y que, según ha podido saber EL ESPAÑOL, de fuentes próximas a la Comisión Europea, estos aranceles podrían llegar hasta los 10.000 euros por vehículo.
Con esta medida, lo que busca Europa es protegerse de la llegada de nuevas marcas chinas, ya que una gran mayoría de ellas viene con precios más baratos que los que ofrecen las marcas tradicionales europeas. Unos precios más accesibles que los fabricantes chinos consiguen, según creen desde la Unión Europea, por medio de subvenciones "ilegales en la cadena de valor del vehículo eléctrico".
De esta manera, con las ayudas gubernamentales chinas los fabricantes locales pueden bajar los precios a los coches eléctricos. Y así logran "inundar" el mercado europeo con este tipo de vehículos, perjudicando a los fabricantes europeos y cuestionando miles de empleos, según afirma la Comisión Europea.
Junio podría ser el mes de inicio de los aranceles
La investigación de la Comisión Europea comenzó el pasado mes de octubre y desde entonces se han dedicado a buscar pruebas. En total, tienen 13 meses para presentar conclusiones, por lo que el plazo máximo para dictaminar el resultado sería noviembre de 2024. Sin embargo, será un poco antes -sobre junio de 2024 – cuando ya podrían empezar a imponer derechos anti subvenciones provisionales.
Y es en este proceso donde se encuentra ahora la Unión Europea, presionada no solo por el mercado, sino también por las próximas elecciones al Parlamento comunitario.
"Actualmente la Comisión Europea ya cuenta con pruebas suficientes de que los fabricantes chinos están recibiendo subvenciones", nos afirma esta fuente a EL ESPAÑOL. "Y lo que están haciendo ahora es estimar las cuantías" de los aranceles y "la forma de aplicarlos", nos dice.
"El importe, que es complejo de calcular, se conocerá en los próximos meses y en algunas conversaciones se ha hablado de que podrían llegar hasta los 10.000 euros por coche, si bien no es una cifra exacta que se pueda aplicar a todos los coches por igual", concluye.
Por todo ello, desde la semana pasada la Unión Europea ya está registrando todos los coches que llegan a Europa por parte de los fabricantes chinos. "De esta manera una vez que se decida el importe de los aranceles, se aplicará de forma retroactiva sobre los productores de vehículos", afirma.
"Estos aranceles, no obstante, no se cobrarán a los clientes finales o usuarios que compren estos coches chinos en estos meses de aquí al verano, sino que los aranceles extra se cobrarán a las empresas importadoras por parte de la Unión Europa cuando se determine la cuantía final", señala.
¿Y qué pasará con los fabricantes europeos que también fabrican en China?, preguntamos a este experto cercano a la Comisión. "No se deberían ver perjudicados", nos responde. "Salvo que estos fabricantes europeos hayan creado una joint venture con una compañía china y esta nueva empresa también haya recibido subvenciones que permitan hacer coches más baratos y no hayan competido en igualdad de condiciones", afirman.
Esperando a la reacción de China
Lo que se desconoce es la reacción que tendrá China al aplicar los aranceles europeos. "Se pueden dar dos situaciones", nos afirma. "Una primera que no conviene a nadie y que sea una guerra de aranceles entre ambos mercados como la que ocurrió entre China y Estados Unidos", nos dicen.
"Y otra posible alternativa es que China deje de subvencionar sus coches eléctricos y así podamos volver a tener una competencia justa en el sector automovilístico", afirma.
"Europa tiene que ser muy inteligente a la hora de aplicar las medidas", nos dice esta fuente a EL ESPAÑOL. "Tenemos que proteger nuestra industria y los puestos de trabajo en Europa y también hay que intentar evitar guerras de aranceles entre los países porque al final esto acaba perjudicando tanto al consumidor como a la industria", nos dice. No obstante, esta fuente también se mantiene crítica ante la actuación que está teniendo Europa frente a la amenaza China.
"Es cierto que Europa ha reaccionado ante la llegada de los chinos, pero lo ha hecho tarde", nos dice. "Desde hace años se veía venir que China se estaba preparando para dominar el mercado. Por lo tanto, esto no nos puede pillar de improviso, ya que tienen el dominio de toda la cadena de valor, con la producción de materias primas de las baterías y ahora también con la producción de los coches que, además, son de calidad", afirma.
"Es cierto que Europa ha empezado ahora a trabajar a marchas forzadas para ser competitivos y hacer coches accesibles. Pero también pedimos que dejemos de ponernos palos en las ruedas", afirma. "No debe haber más regulación y trabas, es el momento de apoyar a la industria europea en esta transición, porque nos jugamos una parte muy importante de nuestra economía y de nuestros empleos", ha dicho.
Reacciones a favor y en contra
Esta etapa final de la Comisión Europea en la que está a punto de anunciar los aranceles a los coches chinos ha generado reacciones a favor y en contra. Por ejemplo, entre las posturas que están a favor de los aranceles, está la de los representantes del partido Ciudadanos en el Parlamento Europeo, enmarcados dentro del grupo Renew. Susana Solís, europarlamentaria de este grupo, ha aplaudido los registros aduaneros impuestos por la Comisión Europea a los coches eléctricos chinos, al encontrar pruebas de competencia desleal.
Según Solís, la intención de este registro es "disuadir a los fabricantes chinos de registrar la mayor cantidad de automóviles posible en Europa antes de que se publique la conclusión sobre los aranceles, prevista para julio".
En cuanto a la respuesta de China, Susana Solís ha sido también crítica. "China ha manifestado su descontento, pero con bastante cinismo ha añadido que, dada la creciente demanda de vehículos eléctricos en Europa, las compañías automotrices chinas han demostrado su compromiso con impulsar nuestro mercado", apunta Solís.
En el lado contrario, en cambio, tenemos a fabricantes como Mercedes-Benz, cuyo CEO, Ola Källenius, ha pedido a Bruselas que reduzca los aranceles sobre los coches eléctricos importados de China, tal y como recogen publicaciones como Financial Times.
Según este directivo, una mayor competencia de China ayudaría a los fabricantes europeos a producir mejores automóviles a largo plazo. "No aumenten los aranceles, creo que hay que hacer lo contrario; hay que reducirlos en lugar de aumentarlos", señalaba este directivo a esta publicación económica.
Qué aranceles tienen las marcas chinas
En Europa, actualmente los coches que provienen de China tienen unos aranceles del 10%. Este fue el porcentaje que tuvieron que pagar los constructores chinos para poder comercializar más de 300.000 coches en Europa, algo más del 2% de cuota de mercado en 2023.
Por su parte, China también cobra un 10% de arancel para que los fabricantes europeos vendan sus coches en su país, principalmente las marcas premium alemanas. Y otros países como Estados Unidos tienen todavía más aranceles con China: hasta el 25%.
Por tanto, la clave si finalmente se llevan a cabo estos aranceles es ver cómo reacciona China. Algunos expertos señalan que el hecho de que se cobren nuevos aranceles podría implicar que llegaran nuevas fábricas chinas a Europa, precisamente para evitar estas nuevas tasas.
Sin embargo, de crecer las marcas chinas en Europa también haría que los fabricantes locales tuvieran sobreproducción en sus plantas ya que no venderían todos los coches que son capaces de producir.
También te puede interesar...
- Todos los precios y ofertas de los coches nuevos en España
- Precios y ofertas de coches híbridos | Coches híbridos enchufables | Coches eléctricos
- Listado con los principales coches con etiqueta eco
- Coches con etiqueta cero de la Dirección General de Tráfico
- Precios y ofertas de coches de segunda mano
- Todos los coches SUV | Coches SUV medianos | Coches SUV urbanos