El Seat Ibiza forma parte de la cultura española, tanto que fue el primer coche que tuvo el rey Felipe VI al cumplir la mayoría de edad. Leonor aprobó el examen práctico del carnet de conducir hace unos días, en Zaragoza, y heredará este especial vehículo. Un emotivo regalo que el Rey ha pensado hacerle a la princesa Leonor por su 20 cumpleaños.
En el programa de Telecinco Fiesta desvelaban este domingo que Felipe VI ''ha ido él mismo a recogerlo'' a un garaje en Barcelona, y "se lo va a entregar a su hija este verano en el Palacio de Marivent’’, explicaba Alejandro Entrambasaguas, uno de sus colaboradores.
Fue en enero de 1986, unos días antes del 18 cumpleaños del rey Felipe VI, cuando su padre, Juan Carlos I, le entregó este coche tan especial en el circuito de Can Padró, cerca de Barcelona. Un Seat Ibiza que fue utilizado en muchos viaje y al que los guardaespaldas a duras penas podían seguir en sus Peugeot 405 oficiales.
Imagen de archivo de Felipe VI en su Seat Ibiza
Un Seat Ibiza VIP hecho a medida
EL ESPAÑOL tuvo la oportunidad de conocer este modelo en Barcelona, en diciembre de 2022, de la mano de los representantes de Seat. Un Ibiza de los años 80 que, hasta ahora, formaba parte del 'museo' que recopila los entresijos de la marca y parte de la historia de España.
Los responsables de Seat contaban a EL ESPAÑOL en esta visita que "Felipe VI, cuando era todavía un niño, solía disfrutar de los alrededores del palacio de La Zarzuela al volante de un kart, que fue un regalo también de su padre, puesto que el emérito es un gran aficionado a todo aquello que 'huele' a gasolina".
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Esta fue la razón principal por la que el Rey Emérito, una vez alcanzada la mayoría de edad, decidió regalarle a su hijo "un coche de 'verdad' para que dejara de lado el kart y pudiera conducir un vehículo fuera de Zarzuela". Casa Real se puso en contacto con Seat que, a mediados de los 80, había comenzado a fabricar el Seat Ibiza, un coche de aspecto juvenil.
El encargo fue fabricar un Seat Ibiza VIP, tan especial fue que de hecho solo construyeron esta unidad. Eligen un Ibiza recién salido de la línea de producción y, a partir de ahí, es el "Centro Técnico de Seat el que se encarga de preparar este coche para que sea un modelo específico", señalaba Isidre López, responsable de Coches Históricos de Seat, durante la visita de EL ESPAÑOL al museo en 2022.
Interior del Seat Ibiza que Juan Carlos I regaló a Felipe VI.
"Este Seat Ibiza incorporaba un motor de gasolina de 1,5 litros con 100 CV, es decir, tenía más potencia que los 85 caballos que venían de serie", afirmaba entonces López. "Contaba con inyección como el SXI que apareció dos años más tarde y también con unos ensanches de los laterales traseros, neumáticos más grandes, unos alerones...", recuerda el responsable de históricos.
Felipe VI ya era un joven muy alto, su 1,97 metros supusieron algún quebradero de cabeza para los técnicos de Seat que tuvieron que reformar los asientos Recaro para que "también fueran especiales, a medida", así Felipe VI no rozaría con la cabeza en el techo.
Otras modificaciones que se hicieron para este coche tan especial fueron el introducir un "volante de Porsche y otra muy importante: el color. Este Seat Ibiza VIP fue pintado en un color oro que no estaba en la gama del Ibiza", desvelaba Isidre López.
Aparcado en un garaje durante décadas
Cuando el entonces príncipe comenzó su formación militar en la Academia de Zaragoza pierde el contacto con este coche y lo deja en manos de una persona de su entorno. Es en el Salón de Barcelona de 2013, cuando en Seat descubren el paradero de este Ibiza y deciden recuperarlo y restaurarlo.
En diciembre de 2014 y ya como Rey de España, Felipe VI decide visitar la fábrica de Seat y los responsables de la marca le dan la sorpresa de enseñarle el coche de sus 18 años. Allí estaba el Seat Ibiza restaurado, como nuevo.
Momento en que el rey Felipe vuelve a ver su primer coche, años después.
Hasta llegar a ese momento, el coche había sido desmontado entero. Recuerda Isidre López, responsable de la restauración en EL ESPAÑOL, que "dejamos la carrocería pelada, miramos si tenía mucha corrosión para decidir si se atacaba o no y lo pintamos de nuevo sacando el color dorado de aquellas partes que no estaban expuestas a la luz".
El interior del coche no estaba mucho mejor, "el motor lo rehicimos por completo: los pistones, las juntas, las válvulas... Dejamos impecable todo el sistema de inyección. Nos ayudamos de todos los recambios originales de la época que tenemos en el almacén y del potente archivo que nos ayuda con todo el tema técnico y de imágenes", afirmaba López.
Queda esperar unos meses para saber cómo recibirá la princesa Leonor este emotivo regalo de su padre, Felipe VI y saber si ella, como ya hizo él, recorrerá las carreteras españolas al volante de esta edición aún más especial en 2024.