Que la infraestructura de carga es suficiente hoy para el parque actual de vehículos es algo que está confirmado. Y la prueba de ello es que los puntos de recarga apenas se usan más de una hora y media al día. Sin embargo, que del total de los puntos de recarga que existe en España una minoría es ultrarrápido es algo que también queda patente.
Al menos así lo ha señalado Anfac, la asociación nacional de fabricantes de automóviles y camiones, en su último barómetro de electromovilidad. Según esta asociación hasta finales de marzo había en España un total de 32.422 puntos de recarga de acceso público, lo que supone un 10% más que en el mismo período del año anterior.
Sin embargo, si bien es cierto que el número total de puntos ha aumentado en 3.121 puntos respecto al cierre de 2023 también hay que señalar que el número de puntos ultrarrápido sigue siendo muy limitado.
En concreto, y teniendo en cuenta que por ultrarrápido entendemos puntos de superior o igual capacidad de carga de 150 kW, actualmente existen 2.103 puntos de esta potencia, lo que representa apenas el 6,5% de la red total. En cuanto al crecimiento, este tipo de puntos crece en 578 puntos de recarga en este primer trimestre.
El crecimiento de esta red de puntos de recarga ultrarrápida según Anfac es fundamental tanto para acercar los tiempos de recarga a los de repostaje de los vehículos de combustión como para facilitar el desempeño de la actividad para los vehículos de mercancías o pasajeros.
Además, no solo el porcentaje de puntos ultrarrápidos es pequeño. También lo es el de puntos rápidos. En concreto, según Anfac solo el 25% de la infraestructura de recarga de acceso público en España corresponde a carga con potencia superior a 22 kW.
Una cifra que resulta insuficiente según esta asociación, ya que lo idóneo sería que el 51 % de los puntos de recarga debería contar con potencias superiores a los 22 kW en el año 2024. Así, el 75% de los puntos de recarga de acceso público totales son de baja potencia, lo cual implica hablar de tiempos de recarga mínimos de 3 horas, según apunta esta asociación.
Todo esto confluye en que el indicador global de electromovilidad (que valora la penetración de los vehículos electrificados y la instalación de infraestructuras de recarga de acceso público) ha alcanzado una valoración total de 14,7 puntos, un crecimiento de seis décimas con respecto al último barómetro. Aun así, en Europa, España sigue a la cola: la media europea se sitúa en 28,2 puntos, el doble que la media nacional,
Esto es un reflejo de que, aunque se registre un destacado crecimiento en la infraestructura de recarga, al ritmo actual no se alcanzará la previsión para este año, fijado en 64.000 puntos de recarga de acceso público y necesarios para cumplir con los objetivos de descarbonización marcados por Europa.
Un hecho que se destacó en el reciente Foro Anfac de Vehículo Pesado y Autobús, en la que los fabricantes pusieron de manifiesto que el proceso de descarbonización y electrificación en España está siendo lento y donde es fundamental que se tengan en cuenta a todo tipo de vehículos, tanto a vehículos ligeros como a los industriales, con sus necesidades específicas de red de alta potencia y adaptabilidad de las infraestructuras.
Puntos de recarga fuera de servicio
Junto a los pocos puntos de alta potencia, tampoco la infraestructura de recarga pública de vehículos electrificados avanza al ritmo deseado. Durante los tres primeros meses de 2024, el número de puntos de recarga fuera de servicio asciende en casi 900, habiendo un total 8.645.
Por ello, la red de recarga de España podría ser mucho mejor si se pusieran a funcionar la gran cantidad que ahora no están operativos, bien sea por encontrarse en mal estado, averiados o que aún no se han podido conectar a la red de distribución eléctrica. Esto supone un 21% sobre los 41.067 puntos de recarga de acceso público instalados en España.
Ventas de coches electrificadas estancadas
Tal y como se señala desde Anfac, las ventas de vehículos electrificados se encuentran estancadas. La cuota de mercado de este tipo de vehículos es del 10%, peor incluso que el mismo período de 2023. Lo que necesita a dar certidumbre a ciudadanos y empresas para que den el paso a la movilidad electrificada.
Por ello, Anfac ha presentado distintas propuestas al Gobierno para actualizar y reforzar el actual esquema de ayudas públicas a la compra más allá del 31 de julio. Sin olvidar que desde la asociación se continúa destacando la necesidad urgente de lanzar nuevos planes de ayuda para los vehículos industriales: paradójicamente, ni camiones ni autobuses electrificados y de bajas emisiones tienen ayudas en este momento dado que el Mitma Moves caducó el pasado 30 de abril y no se tiene noticia de que vaya a existir un nuevo plan este 2024.
Durante el primer trimestre de 2024 se vendieron 27.077 turismos electrificados, lo que representa solamente el 9,7% del cumplimento del objetivo anual, fijado en 280.000. Claramente es un ritmo insuficiente, que debería haber registrado cerca de 70.000 unidades en el primer trimestre y que sitúa a España muy lejos de los objetivos deseables para cumplir con lo establecido por el Fit for 55.
Medidas para aumentar el coche eléctrico
Desde Anfac se insiste en la necesidad de establecer una serie de herramientas que faciliten un despliegue en capilaridad, cantidad y calidad, con medidas como las planteadas desde la asociación como es la puesta en marcha de un Centro Estatal gestionado por el Ministerio de Transportes que se encargue de supervisar, coordinar y garantizar el despliegue de esta red nacional. Igualmente, necesario es la mejora del actual mapa de infraestructuras de recarga, puesto en marcha por el Ministerio para la Transición Ecológica, con información actualizada de ubicación, funcionamiento y precios de los puntos de recarga de acceso público disponibles en España.
Es importante destacar que Anfac, desde la primera edición de este Barómetro, utiliza datos para España procedentes de fuentes privadas (Electromaps) y realiza un posterior análisis de los mismos, descartando aquellos puntos de recarga de acceso público que no están operativos y que no permiten carga simultánea (la normativa europea define punto de recarga como una interfaz para la recarga de un vehículo eléctrico a la vez o para el cambio de batería de un vehículo eléctrico a la vez), mientras que para el resto de los países se usan los publicados por EAFO. El dato usado para España no necesariamente coincide con el de EAFO, pues desde la asociación se considera más preciso el análisis realizado con fuentes privadas y ante la falta de información actualizada de la plataforma oficial de puntos a nivel nacional,
"El mercado de vehículos electrificados se está estancando, y actualmente solo representan el 10% de la cuota de mercado en España, algo que en ANFAC nos preocupa. El comprador no quiere riesgos: si no hay certidumbre y sencillez en los planes de ayuda, e inmediatez en el cobro, muchas operaciones no se producen. Por otra parte, aunque la evolución de puntos de recarga avanza a buen ritmo, la falta de información sobre su localización, su situación y generalización de un sistema de pago único no lo hace visible a todos los usuarios, que siguen viendo este tema como un claro freno a la compra de vehículos eléctricos. La ausencia flagrante de señales de recarga en las carreteras, a pesar de que los puntos sí estén operativos, es un indicador muy evidente que incluso en los aspectos más fáciles de solucionar no conseguimos avanzar. La falta de una gobernanza y visión única del proceso explica muchas de estas carencias", explica José López-Tafall, director general de ANFAC.
"En Europa, España sigue atrás. Países como Alemania o Italia se estancan por culpa de la falta de ayudas; Francia, sin embargo, avanza porque tiene un plan de electrificación muy claro (ayudas directas y renting social), y Portugal cuenta con la solidez de un sistema fiscal favorable que se une a su buena red de infraestructuras que, aunque no sea muy numerosa, funciona bien y en la que los usuarios cuentan con toda la información disponible. Ese debe ser el camino que seguir por parte de España. Es el momento de trabajar juntos y poner a disposición de los ciudadanos y empresas planes de ayuda sencillos y eficaces, una fiscalidad positiva y no penalizadora, y acelerar el desarrollo de una red de recarga de acceso público con suficiente capilaridad y calidad. No podemos quedarnos atrás en 2024, justo cuando necesitamos acelerar el paso", remarca José López-Tafall.