Solo durante el pasado año 2023, un total de 1.145 personas perdieron la vida en las carreteras españolas como consecuencia de accidentes de tráfico. Por edad, la franja que más aumentó su mortalidad fue la de 45 a 54 años con 228 personas fallecidas, lo que supone el 20% de todas las víctimas mortales. Por sexos, los hombres concentran el 79% de las víctimas mortales. Y por causas, la salida de vía sigue siendo el tipo de accidente que más fallecidos registra.
Ante esta situación, la DGT continúa con el objetivo de intentar reducir al máximo posible el número de fallecidos en las carreteras españolas. Para ello, además de su labor de informar y concienciar sobre los peligros de la conducción, el organismo utiliza algunas herramientas como los radares de velocidad, que controlan que los conductores no superen los límites marcados en el reglamento.
Durante el mes de abril, la DGT llevó a cabo un dispositivo para controlar los excesos de velocidad en las diferentes carreteras españolas. Concretamente, entre los días 15 y 21 de abril, el organismo instaló casi 4.000 puntos para vigilar a los conductores. Lo cierto es que los resultados no han sido nada buenos. Y es que, durante estas jornadas, la DGT multó a un total de 47.346 conductores españoles como consecuencia del exceso de velocidad.
Tal y como detalló la propia DGT, la cifra de los conductores multados durante estos días supuso más del 5% del total de todos los usuarios que fueron vigilados. El operativo ha arrojado otros datos importantes.
Y es que hay un tipo de carretera donde el número de multas superó al resto. Se trata, nada más y nada menos, que de las carreteras convencionales, donde las infracciones se han incrementado respecto a los datos del año anterior.
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De los 47.346 conductores españoles que la DGT multó durante estas jornadas, un total de 31.146 de estas sanciones se pusieron en carreteras convencionales. Es decir, de todas las multas que la DGT puso durante estos días en las carreteras españolas, el 65,8% correspondieron a infracciones en este tipo de vías, conocidas como convencionales.
La cifra es muy elevada si se compara con otras carreteras como las travesías, donde solo se pusieron 1.544 multas, es decir, solo un 3% del total de las infracciones. Y es que, aunque muchos conductores puedan pensar que las carreteras más transitadas, como es el caso de las autopistas, es donde más multas pone la DGT, la realidad es que el dato no es cierto.
Tal y como reveló la DGT a través de los resultados obtenidos del dispositivo de abril, las carreteras convencionales son el tipo de vía donde más multas se ponen a los conductores.
Hay que tener en cuenta se tratan de unas de las carreteras más peligrosas. De hecho, solo durante 2023, de los 1.145 accidentes mortales que se produjeron en España, un total de 849 (74%) tuvieron lugar en carreteras convencionales. La cifra supone un incremento de 21 personas respecto al año anterior. En total, tres de cada cuatro fallecimientos se producen en siniestros que tienen lugar en vías convencionales.
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Las carreteras convencionales son aquellas vías fuera de poblado que no son ni autovías ni autopistas. Estas carreteras no urbanas tienen doble sentido de circulación y no cuentan con una separación que divide a las calzadas. Además, este tipo de vías pueden tener más de dos carriles por sentido, pero siempre sin separación.
Desde el año 2019, la velocidad máxima establecida para este tipo de carreteras es de 90 kilómetros/hora, a pesar de que anteriormente era de 100 kilómetros/hora. El motivo del cambio fue tratar de reducir al máximo el número de accidentes en este tipo de vías.
En cuanto a las multas, es importante saber que todos aquellos vehículos que superen los 90 kilómetros/hora en este tipo de carreteras serán sancionados con 100 euros, siempre y cuando no se superen los 120 kilómetros/hora. En caso de superar esta velocidad, al conductor se le retirarán puntos. Y en caso de pasarse de los 160 kilómetros/hora, el acto supondrá una infracción grave y será castigado con 600 euros y 6 puntos de carnet.
Las carreteras convencionales continúan siendo las más peligrosas para los conductores españoles. Según un informe reciente elaborado por la Fundación RACE, un total de 1.974 kilómetros de las vías de nuestro país presentan un riesgo elevado de peligrosidad. Según los datos del estudio, se han localizado un total de 56 tramos de Riesgo Elevado. De todos ellos, nueve son considerados tramos 'Negros'.
Por comunidades autónomas, Cataluña presenta una mayor proporción de carreteras consideradas de riesgo elevado: el 11,3% del total de sus vías.