El Ministerio de Comercio de China ha denunciado este jueves durante una comparecencia a las autoridades de la Unión Europea. El motivo es la solicitud de una cantidad de información "sin precedentes" por parte de la UE a los fabricantes de automóviles chinos sobre la producción de vehículos eléctricos. Esto se ha llevado a cabo durante los meses que han durado las investigaciones de los subsidios que reciben.
"El tipo, alcance y cantidad de información recopilada por la parte europea no tiene precedentes y es mucho más de lo que se requiere para una investigación sobre derechos compensatorios", ha comentado un portavoz del departamento, He Yadong.
Pekín asegura que el Ejecutivo comunitario "exigió" que las marcas de vehículos chinos le ofrecieran información sobre el abastecimiento de materias primas para baterías, la fabricación de componentes y los precios y el desarrollo de sus canales propios de venta.
Además, He Yadong ha calificado de "infundadas" las afirmaciones de que los fabricantes chinos no cooperaron.
Aranceles en julio
La Comisión Europea anunció a principios del mes de junio la aplicación de aranceles de hasta el 38% para las importaciones de algunos vehículos eléctricos procedentes de China.
De no alcanzar una solución antes, la entrada en vigor de los aranceles se producirá este próximo 4 de julio. De momento, las autoridades chinas han anunciado una investigación similar sobre la carne de cerdo importada de los países comunitarios.
De momento China no ha anunciado ninguna represalia, aunque el actual arancel de importación de automóviles de China es del 15% y las pretensiones de las marcas pasan por una subida hasta el 25% del arancel a las importaciones de vehículos de gasolina.
Medidas que, en todo caso, podrían costarle hasta 4.000 millones de euros en intercambios comerciales a la industria, según el Instituto Económico Kiel.