El número de fumadores en España ha aumentado considerablemente en los últimos años. De hecho, según VI estudio de salud y estilo de vida de AEGON, los fumadores en nuestro país pasaron de representar al 23,2% de la población en 2022 al 41% en 2023. El tabaquismo preocupa cada vez más en nuestro país y es por ello por lo que el pasado mes de abril el Gobierno dio luz verde al Plan Antitabaco aprobado por Sanidad y las CCAA para ampliar los espacios sin humo. 

A pesar de los intentos por parte de las instituciones por tratar de reducir el número de fumadores en nuestro país, lo cierto es que la cifra de personas que fuman a diario ha aumentado. En los últimos años, el foco se ha puesto en espacios cerrados o zonas infantiles. Sin embargo, sigue existiendo un hábito muy peligroso y que es muy común en nuestro país: fumar en el interior del coche mientras se conduce. 

A día de hoy, no existe ninguna norma que prohíba a los conductores fumar en el interior de su vehículo. Sin embargo, la DGT ha puesto el foco en muchas ocasiones en el peligro que puede suponer este hábito, ya que se trata de una distracción más que puede acabar en accidente. Además, a este problema se suma el del mal olor que se queda en el interior del coche. Y es que, aunque se bajen las ventanillas y se hagan uso de ambientadores, lo cierto es que el olor a tabaco se queda impregnado en el interior y es muy difícil de quitar. 

Imagen de archivo de una persona fumando en el interior de un coche.

Muchos conductores que fuman en el interior del vehículo utilizan algunas técnicas para tratar de acabar con el mal olor del interior del coche. Sin embargo, lo cierto es que es una tarea complicada. Y es que, aunque se usen productos como ambientadores, la realidad es que el humo se va quedando impregnado en los asientos, en las alfombrillas, en el techo e incluso en el volante. 

Sin embargo, existe un sencillo truco con el que los conductores que fuman en el interior de su vehículo pueden acabar con el mal olor del coche. La técnica se basa en utilizar una toalla de microfibra y aplicar agua y jabón neutro en las superficies en las que se considere que el olor a tabaco ha podido quedar impregnado. 

Para acabar con el mal olor, el primer paso será aplicar esta mezcla para, posteriormente, extenderla con la ayuda de la toalla de microfibra frotando para tratar de quitar el aroma. Además, existen algunas alternativas a este truco. Y es que, en caso de no utilizar la mezcla de agua y jabón neutro, se puede recurrir a otros productos como neutralizadores con componentes químicos, que dan un resultado mejor. 

Una vez se haya aplicado la mezcla sobre las diferentes partes del vehículo y se haya extendido con la toalla de microfibra, el siguiente paso es esperar a que se seque con las ventanillas del coche bajadas. Este paso es esencial para poder conseguir que el mal olor se vaya del interior del coche ya que, en caso contrario, se quedará dentro del vehículo. 

Una persona fumando dentro de un coche. iStock

El del jabón neutro o los neutralizadores con componentes químicos no es el único truco para acabar con el olor a tabaco del interior del coche. También existen otros aspectos a tener en cuenta. Algunos de ellos son, por ejemplo, cambiar el filtro de polen o aplicar productos de limpieza en las zonas por las que sale el aire del interior del vehículo para conseguir un buen aroma. 

Además, también se aconsejan otros aspectos básicos como, por ejemplo, dejar de fumar en el interior del vehículo para conseguir que el olor se vaya, ventilar el coche abriendo todas las puertas e incluso el maletero o aspirar las diferentes zonas del coche para conseguir eliminar toda la suciedad procedente del tabaco y que es la causante del mal olor del coche. 

Por qué se desaconseja fumar en el coche

Tal y como se ha comentado anteriormente, no existe ninguna norma que prohíba fumar en el interior del coche. Sin embargo, el Reglamento General de Circulación (RGC) sí hace referencia a la manipulación de objetos, algo que podría vincularse con el hábito de fumar. 

"Se deberá conducir con la diligencia y precaución necesarias para evitar todo daño, propio o ajeno, cuidando de no poner en peligro, tanto al mismo conductor como a los demás ocupantes del vehículo y al resto de los usuarios de la vía. Queda terminantemente prohibido conducir de modo negligente o temerario", establece el artículo 3 del Reglamento General de Circulación (RGC).

Además, el artículo 18 determina que "el conductor de un vehículo está obligado a mantener su propia libertad de movimientos, el campo necesario de visión y la atención permanente a la conducción, que garanticen su propia seguridad, la del resto de los ocupantes del vehículo y la de los demás usuarios de la vía". 

A pesar de ello, se recomienda no fumar dentro del coche por varios motivos. En primer lugar, porque supone un riesgo para la salud del conductor y del resto de ocupantes al quedar concentradas en el interior del vehículo las sustancias que desprende el tabaco. En segundo lugar, porque el gesto de encender o apagar un cigarro supone una distracción y puede provocar un accidente. Y en tercer lugar, por el riesgo a provocar un incendio en el interior del vehículo, sobre todo si hay materiales inflamables.