Con la llegada del verano, hay ciertos entornos que sufren las inclemencias del tiempo que también hay en esta época del año o incluso el uso que les damos. Uno de estos espacios con los que hay que tener un sumo cuidado son nuestros coches. Las tormentas de arena y los días de mucho aire, nuestro vehículo puede llenarse de polvo por dentro, echando a perder nuestra tapicería.
Otra circunstancia que mancha y mucho nuestro coche son los viajes a la playa. Después de disfrutar de una jornada de baño o de tomar el sol en la arena, esta se pega a nuestro cuerpo y nos acompaña en el viaje de vuelta a casa. Cuando nos sentamos en nuestros asientos, esta se adhiere y permanece ahí casi de manera indefinida.
Una situación que saca de quicio a muchos conductores y propietarios, especialmente cuando sus pasajeros no tienen cuidado y manchan sin darse cuenta toda la tapicería, esa que tanto cuesta limpiar. Sin embargo, ahora rescatamos un sencillo truco de un experto que trabaja limpiando coches para saber cómo tenemos que quitar la suciedad de nuestro vehículo.
El mejor truco para limpiar el coche
Limpiar el coche es una tarea que parece sencilla, pero que tiene sus dificultades. Por eso, conviene atender a los trucos y a los consejos de los expertos. Ahora, rescatamos el de esta persona que entiende mucho de esta materia, ya que se dedica precisamente a realizar este trabajo y divulga sus conocimientos a través de sus redes sociales.
Además, su truco consiste en casi una receta, ya que está constituida en base a productos de cocina. Es una mezcla muy sencilla de preparar que combina agua tibia, vinagre, suavizante y bicarbonato. Todos estos son productos que se pueden encontrar de manera muy habitual en nuestra cocina o en nuestra despensa.
Con esta mezcla que aplicaremos con una esponja o un trapo sobre nuestra tapicería, conseguiremos eliminar todas las manchas de nuestra tapicería. Lo más importante es que el agua esté un poco caliente. Si está tibia, tendrá mayor efecto. Aunque no es necesario que esté ardiendo o que queme.
Vertiendo todos estos productos en un recipiente como un cubo, los mezclaremos hasta obtener un líquido totalmente homogéneo. Y después, será momento de aplicarlo sobre los asientos y los rincones del interior de nuestro coche. Un truco dentro del truco es intentar crear una superficie totalmente plana. Para ello, podemos buscar una tapa de un bote.
Cogeremos este elemento y lo forraremos con una bayeta, a poder ser nueva o que nos aseguremos de que está totalmente limpia. Y a partir de ahí, será momento de empezar a frotar con fuerza por todos lados. El último apunte que nos indica este experto en limpieza de coches va en relación a la cantidad de vinagre que utilizamos.
Conviene medirlo muy bien para evitar que después nuestro coche huela a vinagre, ya que se trata de un producto que suele dejar un gran rastro olfativo. Especialmente cuando hace calor, los efluvios suben con mayor poder. Una vez hemos terminado con nuestra limpieza, es conveniente volver a pasar una bayeta húmeda para terminar con el proceso. Así conseguiremos retirar todos los restos de la mezcla que puedan quedar.