La flota de vehículos eléctricos de la Guardia Civil sigue creciendo. El cuerpo de seguridad ha recibido 90 unidades de Skoda Enyaq 80X, todas ellas con kit patrulla y alumbrado diurno. Esta iniciativa está dentro del marco del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR) que canaliza las ayudas de Europa para mitigar los daños provocados por el Covid-19.

De esta manera, la partida de coches ha sido adquirida con financiación procedente de los fondos europeos Next Generation (aprobados por el Consejo Europeo el 21 de junio de 2020) por un importe total de más de 4.600.000 euros. Por ende, podemos decir que cada Skoda Enyaq 80X ha supuesto un coste por encima de los 51.000 euros.

Este SUV de la firma checa pertenece al segmento C -tamaño mediano- y se asienta sobre la plataforma MEB. Esta arquitectura también la utilizan sus primos hermanos el Audi Q4 e-tron y el Volkswagen ID.4 al estar bajo el paraguas del Grupo Volkswagen.

Cabe destacar que esta versión conocida como 80X con 265 CV está descatalogada y actualmente se comercializan las variantes 60, 85, 85X, las cuales ofrecen 179, 286 y 340 CV, respectivamente. El Skoda Enyaq de la Guardia Civil, además de tener tracción a las cuatro ruedas, equipa una batería con capacidad útil de 77 kWh que brinda una autonomía de 488 kilómetros.

Un "pequeño defecto"

Como hemos mencionado, todas las unidades cuentan con kit patrulla y alumbrado diurno, pero en este caso, las luces azules podrían estar incumpliendo una norma del Reglamento General de Vehículos (aprobado por Real Decreto 2822/1998, de 23 de diciembre).

Los coches de la Guardia Civil son considerados como vehículos prioritarios y se establece lo siguiente: "Los vehículos de policía, además, podrán utilizar con carácter voluntario un sistema auxiliar constituido por dos fuentes luminosas (intermitentes o estroboscópicas), de color azul. Este sistema estará instalado en el frontal del vehículo, a la altura de las luces de cruce".

En las imágenes se puede apreciar que los luminosos azules, además de estar en la parrilla del coche, también se insertan en los laterales, una condición que no está reflejada en el Reglamento. Por tanto, para que la flota sea totalmente apta para circular, habría que, o bien eliminar las luces estroboscópicas de las zonas laterales, o bien modificar el Reglamento para que estuvieran correctamente homologadas.

Otros coches de la Guardia Civil

Además de estos Skoda Enyaq 80X, hace unos meses llegaron a la flota de la Guardia Civil 118 unidades de Renault Megane E-Tech, un modelo también eléctrico puro. Esta versión con la que patrulla el cuerpo de seguridad rinde 220 CV de potencia y cuenta con una batería de 60 kWh, lo que le permite recorrer una autonomía de hasta 450 kilómetros.

Se trata de un modelo del segmento C -tamaño mediano- que puede acelerar de 0 a 100 km/h en 7,4 segundos, a diferencia de los 6,8 segundos del Skoda Enyaq. Esta remesa de coches fue adjudicada con los fondos europeos por un importe cercano a los 5,5 millones de euros, por lo que cada unidad tuvo un coste cercano a los 47.000 euros.

Por su parte, la Guardia Civil también dispone de 70 unidades de BMW X3 híbridos. Estas fueron concedidas gracias al paquete de ayudas Next Generation por un valor de 4 millones de euros, es decir, unos 57.000 euros por coche.

Todos se corresponden con la variante xDrive30e, la híbrida enchufable (PHEV). Cuenta con una potencia conjunta de 292 CV, cuya autonomía eléctrica puede ser de hasta 50 kilómetros. Esto le atribuye la etiqueta cero de la DGT, al igual que cualquier modelo eléctrico. El 0 a 100 km/h de este SUV de grandes dimensiones (4,71 metros de largo) es de 6,1 segundos.

No obstante, aunque estas han sido de las últimas incorporaciones al parque móvil de la Guardia Civil, la Benemérita se ha hecho con otros lotes de vehículos electrificados años atrás. Algunos ejemplos son de Mitsubishi Eclipse Cros, Citroën ë-Berlingo, Nissan Leaf o Renault Arkana.