Nos adentramos en el fin de semana con más tráfico de todo el año, días en los que aumentará la vigilancia en carreteras con el objetivo de controlar el tráfico. En este sentido, no es de extrañar que muchos de nosotros nos pongamos nerviosos al ver que nos para un agente; momento en el que solemos caer en uno de los errores más frecuentes que puede cambiar o alterar el incremento de la sanción dependiendo del escenario en cuestión.
En un control de tráfico resulta fundamental mantener la calma y sobre todo, saber cómo actuar ante determinadas situaciones. Lo cierto es que, aún conscientes de no haber cometido ningún delito, someterse a un control en la carretera puede desatar el nerviosismo de algunos conductores. Además, por si no fuera suficiente, hay ocasiones en las que los agentes suelen nos hacen una serie de preguntas que pueden ser toda una trampa.
A menudo, cuando un policía nos detiene en un control, su primera pregunta es: ¿Sabe usted por qué le he parado? Esto es así porque es posible que los agentes, aleatoriamente, nos hayan elegido para revisar en un control rutinario y no sepan si hemos cometido una infracción.
De esta manera, hay cierta probabilidad de que el conductor admita (fruto del nerviosismo) que ha cometido una falta, disculpándose por ello, lo que le costaría, evidentemente, una sanción económica y, probablemente, le resten varios puntos en su carnet. Por ello, lo más recomendable es decir: "no sé" o "no tengo ni idea". Esta actitud no implica falta de cooperación, sino una forma de proteger los derechos del conductor y evitar autoincriminarse inadvertidamente.
Así los explican desde el bufete de abogados, 'Walden Law' de Estados Unidos. No obstante, es un consejo aplicable en cualquier parte del mundo, y en España no solo a los controles de la Guardia Civil, sino también de la Policía Nacional, Local, o autonómica.
Además, otro aspecto a tener en cuenta es que el conductor no está obligado a declarar contra sí mismo y a no confesarse culpable, a no ser que los agentes le admitan que la parada ha sido por una falta en particular. De esta manera, se busca garantizar que la presunción de inocencia y que la confesión sea libre y voluntaria, sin ningún tipo de coerción.
No obstante, si el motivo de la parada es una infracción y el agente decide multar al conductor, lo más recomendable es firmar la denuncia en el momento en que la imponen. Firmarla no quiere decir que estemos de acuerdo. Después, una vez paremos o lleguemos a casa, es el momento de evaluar la situación y considerar la posibilidad de presentar un recurso en el caso de que no estemos conformes. Además, y como es evidente, el conductor debe colaborar en todo momento con el agente y contestar con la mayor educación posible.
Cómo reaccionar
A diario, la Guardia Civil y otros organismos de seguridad realizan numerosos controles de tráfico en las carreteras españolas. Por esta razón, es fundamental que los conductores estén informados sobre qué hacer si se topan con una de estas situaciones.
- Lo primero y más importante es reducir la velocidad en cuanto veamos un control.
- Cuando nos estemos acercando deberemos seguir las indicaciones: si levanta el brazo en vertical, deberemos detener el vehículo.
- En este sentido, hay que tener en cuenta que no hay que quitarse ni el cinturón de seguridad ni bajarse del coche, a no ser que los agentes lo pidan. Lo único que hay que hacer es bajar la ventanilla y entregar la documentación necesaria.