Ford ha anunciado este miércoles su nueva estrategia de electrificación en la que ha confirmado que cancelará el SUV eléctrico que estaba planeando fabricar y por el que cubrirá 1.708 millones de euros en gastos adicionales y amortizaciones.
El fabricante estadounidense explica en un comunicado que en esta nueva estrategia, además de ajustar la cadencia de los lanzamientos de productos y realinear el abastecimiento de baterías, tiene como objetivo aprovechar las tecnologías híbridas para sus próximos SUV de tres filas.
De esta manera, asumirá un cargo no monetario especial de aproximadamente 359 millones de euros para la amortización de ciertos activos de fabricación específicos del SUV eléctrico que Ford ya no producirá.
Asimismo, señala que estas acciones también pueden resultar en gastos adicionales y gastos en efectivo de hasta 1.348 millones de euros que la compañía reflejará en el trimestre en el que se incurran, como un elemento especial.
El plan de la automovilística, además, incluye ajustar la hoja de ruta de vehículos de la compañía en América del Norte, en donde priorizará la introducción de una nueva furgoneta comercial digitalmente avanzada en 2026. Tras ella, llegarán dos nuevas camionetas pick-up en 2027 y otros vehículos asequibles en el futuro.
La furgoneta comercial se ensamblará en la planta de Ford en Ohio a partir de 2026. Por otro lado, una de las pick-up será un modelo de tamaño mediano, basado en una plataforma encabezada por el ex líder de ingeniería del exitoso Tesla Model Y. La otra camioneta se construirá en Tennessee unos dos años más tarde de lo planeado inicialmente.
Ford también realineó su plan de abastecimiento de baterías en Estados Unidos para reducir costes, maximizar la utilización de la capacidad y respaldar la producción actual y futura de vehículos eléctricos.
Disminución de gastos
Por otro lado, el vicepresidente y director financiero de Ford, John Lawler, ha afirmado en el comunicado que para mejorar el desempeño financiero de su negocio de vehículos eléctricos aumentará su combinación de producción de baterías en Estados Unidos. De esta manera, se podrá beneficiar de los créditos fiscales de fabricación, incluidos en la Ley de Reducción de la Inflación de 2022 de la Administración Biden.
Además, la compañía señala que dadas las opciones de propulsión y la creciente demanda de híbridos, la combinación de gastos de capital anuales de Ford dedicados a vehículos eléctricos de batería (BEV) disminuirá en aproximadamente del 40% al 30%.
El fabricante de automóviles también anunció que está modificando sus planes de abastecimiento de baterías, citando la necesidad de competir mejor con competidores chinos de menor coste.
Ofrecer tecnologías híbridas
Por último, Ford indica que para algunas aplicaciones comerciales y para vehículos más grandes, el coste de la batería de un vehículo puramente eléctrico sigue siendo un desafío.
Por tanto, el fabricante estadounidense buscará desarrollar una nueva familia de SUV electrificados de tres filas que incluirán tecnologías híbridas que pueden ofrecer eficiencia, beneficios de rendimiento y reducción de emisiones en comparación con los vehículos de gasolina puros y ampliar la autonomía del vehículo en viajes por carretera en relación con los vehículos eléctricos puros.
Además, explica que la camioneta Super Duty Serie F de próxima generación tendrá una variedad de opciones de propulsión, aprovechando el liderazgo de ventas de camionetas híbridas de Ford con la F-150 y la Maverick.
"Como líder mundial en camionetas pick-up, estamos preparando esta valiosa franquicia para el futuro en todos los tamaños con opciones de propulsión híbrida, eléctrica y otras opciones electrificadas, lo que brinda a los clientes individuales y a las empresas la posibilidad de elegir en función de cómo usan sus camionetas", afirmó el presidente y director ejecutivo de Ford, Jim Farley.