El mes de agosto está llegando a su fin, y con él, uno de los periodos más intensos en las carreteras españolas. Por este mismo motivo, la Dirección General de Tráfico tiene trabajo extra durante estos meses de máxima afluencia. Al estar tantas personas de vacaciones, se incrementan los viajes y con ello los peligros en la carretera. Es por esta misma cuestión que dicho organismo ha intensificado sus esfuerzos por mejorar la seguridad vial, apostando por medidas que no solo controlen los excesos de velocidad, sino que también reduzcan las peligrosas colisiones por alcance.

Actualmente, la DGT dispone de casi 2.000 radares de diversos tipos, incluyendo los fijos, móviles, drones y helicópteros. No obstante, los radares de tramo se han convertido en los preferidos por la institución, y por esa razón, en a lo largo de este 2024 se instalarán hasta 88 dispositivos en las carreteras de España. 

Uno de ellos, y que se encuentra ya en funcionamiento, es el que se ha instalado en las cercanías de Valencia, en la autovía A-3, que si generalmente ya tiene mucho tráfico, en estas fechas aumenta considerablemente su circulación al pasar por ella muchos turistas que se dirigen a las zonas costeras. En concreto, el radar está situado en las inmediaciones del aeropuerto de Manises

Radar de tráfico.

El radar que empieza a la altura del centro comercial Bonaire en la A-3 y cubre la distancia hasta la entrada a Manises y Quart de Poblet. Con unos 2 kilómetros aproximados de longitud, el cinemómetro estará limitado a 100 km/h.

No obstante, este no será el único radar que se instalará en la Comunidad Valenciana en las próximas fechas. Según publicó el diario Las Provincias, se han proyectado la colocación de 11 dispositivos de control más, de los cuales seis estarán en la provincia de Valencia, cuatro en Alicante y uno más en Castellón. 

Nuevos cambios

En este sentido, cabe recordar que hace apenas unos meses, la Dirección General de Tráfico cambió el margen de tolerancia de los radares de tráfico. Hasta ahora el margen de error en las mediciones realizadas tanto por los radares fijos como por los móviles funcionaba basándose en 'la regla del 5 y del 7'. 

Es decir, en velocidades inferiores a los 100 km/h el margen de error de los radares fijos se establecía con un máximo de 5 km/h y del 5 % para velocidades superiores a 100 km/h. En cuanto a los radares móviles, el margen era de 7 km/h cuando la velocidad no supera los 100 km/h y del 7 % cuando era superior.

Sin embargo, en la actualidad los radares actuales son más precisos y tienen un menor margen de error. Es decir, a partir de este mes, para los radares fijos y en vías en las que la velocidad máxima no supere los 100 k/h el error máximo permitido será de 3 km/h y, si supera los 100 k/h, el margen de tolerancia se transformará en el 3 % del límite de velocidad. En el caso de radares móviles, este margen será de 5 km/h en rutas en las que la velocidad máxima no supere los 100 k/h y del 5 % en las de velocidad superior.