Cada vez que asistimos a una revisión de la Inspección Técnica de Vehículos, es fundamental tener claro todos los detalles relacionados con esta prueba. Se trata de un momento en el que los nervios y la tensión se suelen apoderar de todos nosotros.

Durante esta prueba todo debe estar en correcto para poder recibir el apto, desde ventanillas, frenos, neumáticos, luces, etc. Sin embargo, lejos de que nuestro coche falle o tenga alguna avería, los que acabamos cometiendo un error somos los propios conductores.

Aún habiendo coseguido el tan ansiado apto, en muchas ocasiones se nos olvida lo más importante: colocar la pegatina al recibir el aprobado. No es de extrañar que más de uno olvidemos hacerlo debido a la emoción del momento. 

Tal y como corroboran desde la Dirección General de Tráfico, los coches deben llevar pegado este distintivo de forma obligatoria en su parabrisas, y además de una forma muy concreta para que sea fácilmente visible por las autoridades.

La AECA-ITV subraya que la pegatina de la ITV no es simplemente un adhesivo, sino un distintivo denominado V-19. Su función principal es permitir a las autoridades verificar de manera rápida si el vehículo tiene o no la ITV vigente, teniendo por tanto la misma importancia que otros documentos del vehículo. Por lo tanto, es recomendable pegar la pegatina nada más recibirla para evitar futuros sustos. 

De hecho, no llevarla se considera una infracción leve según el artículo 18.1 5B del Reglamento General de Vehículos, y la sanción ronda entre los 80 y los 100 euros que recaerán siempre en el titular del vehículo y no en el conductor.

Si por el contrario, la pegatina está falsificada, la sanción puede suponer de tres a seis meses de prisión y multas que van de los 6.000 a los 12.000 euros. Además, en caso de accidente, la aseguradora podría oponerse a hacerse cargo de posibles reparaciones o indemnizaciones. 

Dónde colocarla

Aunque olvidarse de colocar el distintivo es uno de los errores más comunes, otro de los despistes más repetidos es colocarla mal. Según el Reglamento General de Vehículo, la pegatina, también conocida como V-19, debe colocarse en la parte derecha de la luna delantera. 

Además, siempre en su cara interior, ya que la parte impresa de la etiqueta es autoadhesiva. En el caso de aquellos vehículos que no cuenten con parabrisas, la pegatina se colocará donde sea más visible, sin tapar la visión.

Igualmente, se debe llevar solo la etiqueta más reciente. Es especialmente importante tenerlo en cuenta ya que son muchos los conductores que van acumulando por su parabrisas las pegatinas de la ITV como si de insignias se trataran. Esto hace que la visibilidad se vea afectada, pudiendo provocar accidentes. 

Así lo corrobora el artículo 19 del Reglamento General de Circulación especifica que "la superficie acristalada del vehículo deberá permitir, en todo caso, la visibilidad diáfana del conductor sobre toda la vía por la que circule, sin interferencias de láminas o adhesivos".

Asimismo, hay que tener cuidado de que el distintivo no quede dentro del reborde tintado que tienen muchos modelos en la parte de arriba de la luna delantera ni demasiado junta u oculta con otras pegatinas.