Rüsselsheim (Alemania)

La segunda generación del Opel Grandland salió a la luz hace unos meses y en EL ESPAÑOL ya hemos tenido una primera toma de contacto. Para ello, nos hemos desplazado hasta Rüsselheim (Alemania), cuna de esta centenaria marca donde se fabrica el nuevo modelo.

Hablamos de un SUV del segmento C -tamaño mediano- que está cargado de novedades. Su diseño es más sofisticado, cuenta con nuevas mecánicas y ha crecido en tamaño respecto a su antecesor. Con 4,65 metros de largo, se posiciona en la parte alta de la gama, por encima del Opel Mokka (4,15 metros) y el Opel Frontera (4,38 metros).

No cabe duda de que el Opel Grandland compite en una categoría en la que hay mucha oferta. En este sentido, tiene como rivales al Nissan Qashqai, Hyundai Tucson, Kia Sportage, Renault Austral, Peugeot 3008 o Toyota RAV4, entre otros.

Diseño y medidas

El diseño exterior presenta un estilo moderno, con líneas marcadas y elementos que denotan presencia. Ejemplo de ello es el emblema "Blitz" de Opel iluminado, por primera vez visto en un modelo de la firma, acompañado de una banda de luz. Ambos se integran en el nuevo Vizor 3D, una moldura negra con motivos decorativos para conseguir más volumen.

Los grupos ópticos del frontal, llamados Intelli-Lux HD light, destacan por estar compuestos por más de 50.000 elementos (exactamente 51.200, es decir, 25.600 por lado). Esto permite una distribución de la luz más precisa, en función del tráfico y de las condiciones de la carretera.

Opel Grandland.

La zaga también cuenta con importantes cambios. En lugar de incorporar el logotipo de la compañía, ahora se inserta la inscripción Opel de manera iluminada, mientras que nombre del vehículo ya no aparece en letras cromadas, sino que está grabado en relieve en el centro del portón trasero. Por su parte, el Opel Grandland puede vestir llantas de aleación de 19 o 20 pulgadas.

En cuanto a dimensiones, la nueva generación del C-SUV alemán abarca 4,65 metros de largo, 1,93 metros de ancho y 1,66 metros de alto. Esto hace que el Opel Grandland sea 173 milímetros más largo, 36 milímetros más alto y 49 milímetros más ancho que su antecesor.

Interior y maletero

El interior también ofrece un ambiente vanguardista. En el salpicadero se encuentra una pantalla central de 10 o 16 pulgadas ligeramente orientada al conductor, así como un cuadro de mandos digital de 10 pulgadas y el Head-Up Display donde se proyecta información de interés sobre la conducción.

Por otro lado, los pasajeros pueden hacer uso de diversos compartimentos de almacenamiento, con un total de 36 litros. Además, destaca la Pixel Box, con una superficie de vidrio translúcida iluminada que cuenta con carga inductiva para el smartphone.

Opel Grandland.

De manera opcional, el Opel Grandland puede equipar asientos ergonómicos certificados por AGR, los cuales tienen nuevas características de confort, como los refuerzos laterales ajustables. Asimismo, los asientos del conductor y del pasajero delantero, en combinación con el interior de cuero Nappa, ofrecen ventilación y varios programas de masaje.

Los acabados del habitáculo sobresalen por el empleo de materiales reciclados, tanto en los asientos como en los paneles de las puertas, el panel de instrumentos y la consola central. De hecho, tres acabados son veganos, incluso el acabado de Alcántara que se basa en un 50% de componentes reutilizados.

Opel Grandland.

En cuanto al maletero, el volumen de carga es de 550 litros en cualquier variante, ampliables hasta los 1.645 litros si se abaten los asientos traseros.

Motores

Construido sobre la plataforma STLA Medium del Grupo Stellantis, es decir, una arquitectura multienergía, el Opel Grandland ofrece nuevos sistemas de propulsión. De entrada, se comercializa una versión microhíbrida (MHEV) de 48V, que utiliza un motor de gasolina turbo de 1.2 litros de 136 CV, un motor eléctrico de 28 CV y una transmisión de doble embrague de seis velocidades. Gracias a esto, tiene la etiqueta eco de la DGT.

Opel Grandland.

Un nivel por encima está la opción híbrida enchufable (PHEV), que cuenta con una potencia combinada de 195 CV y 350 Nm de par máximo. Su autonomía eléctrica es de 87 kilómetros, por lo que tiene la etiqueta cero. Esta variante con tracción delantera acelera de 0 a 100 km/h en 7,8 segundos.

Como máxima novedad, el Opel Grandland llega con un motor eléctrico de 213 CV y 345 Nm de par. No obstante, está disponible con una batería de 73 kWh y una autonomía de hasta 523 kilómetros o con una batería de 82 kWh y una autonomía de hasta 582 kilómetros.

Opel Grandland.

Para su recarga, el modelo alemán admite potencias de hasta 160 kW en corriente continua (CC). De esta manera, en una estación de carga rápida pública, necesita menos de 30 minutos para pasar del 10 al 80% de la capacidad de la batería.

Precios

El C-SUV arranca en 32.400 euros con la versión de 136 CV incluyendo descuentos de la marca y financiación. El resto de tarifas son las siguientes:

Opel Grandland PVP
Hybrid 32.400 €
Plug-In Hybrid 39.350 €
Electric 39.850 €

A estos costes también se les pueden descontar las ayudas del Plan Moves 3. En el caso del híbrido enchufable, la cuantía puede ser de hasta 5.000 euros con achatarramiento de un coche antiguo, mientras que para el eléctrico la subvención es de hasta 7.000 euros con achatarramiento. Por tanto, el primero se puede quedar por 34.350 euros y el segundo por 32.850 euros.

Opel Grandland.

Así es en carretera

Nos ponemos a los mandos del Opel Grandland microhíbrido. Resulta un coche manejable, con una postura de conducción agradable y un espacio interior bastante generoso. Sus 136 CV mueven el conjunto de forma correcta, aunque sin una aceleración del todo contundente, ya que estamos hablando de un SUV mediano que tiene un peso considerable.

En el volante se incorporan levas para gestionar mejor la caja automática de seis relaciones, además de contar con distintos modos de conducción (Eco, Normal y Sport). Uno de los aspectos más interesantes de esta versión es que a bajas velocidades el sistema permite una conducción totalmente eléctrica de hasta un kilómetro o de hasta el 50% del tiempo en la ciudad.

Por ende, ese pequeño apoyo eléctrico al motor térmico repercute de forma positiva en los consumos. Durante nuestra experiencia por tramos de autopista el Opel Grandland ha realizado un gasto de tan solo 6,3 l/100 km. Asimismo, es importante mencionar que si se lleva a cabo una conducción económica la autonomía es superior a los 800 kilómetros.