El Opel Mokka, un SUV del segmento B -tamaño pequeño-, acaba de actualizarse. Este modelo aterrizó en nuestro mercado en 2021, destacando principalmente por su innovador diseño. Se trata del segundo vehículo más vendido de la marca en España, por detrás del Opel Corsa, con 3.140 unidades matriculadas en el acumulado del año.
En cuanto a sus principales novedades, se pueden apreciar ligeros cambios tanto en su diseño exterior como en el interior, con un puesto de conducción más moderno. Además, si bien su antecesor se ofrecía con mecánicas térmicas y eléctricas, ahora se suma a la gama un motor microhíbrido con 136 CV.
Con 4,15 metros de largo, el Opel Mokka compite en una categoría muy reñida. Sus principales rivales son algunos como el Peugeot 2008, Renault Captur, Volkswagen T-Cross, Kia Stonic, Ford Puma, Nissan Juke o Jeep Renegade, entre otros.
Cambios por fuera
El SUV alemán fue el primer coche de la gama en introducir el Opel Vizor, un elemento de diseño que se ha redefinido. En él se integran la parrilla, las luces diurnas con iluminación IntelliLux LED Matrix y el nuevo lotipo del fabricante, bautizado como Opel Blitz. Cabe destacar que los grupos ópticos presentan una interpretación más actual con tres "bloques de iluminación".
Por otro lado, una línea negra recorre la carrocería desde el capó hasta la parte trasera por encima de las ventanillas laterales, si bien en el Opel Mokka GS destacan los revestimientos negros en la parte delantera, trasera y los pasos de rueda. Asimismo, una moldura negra en acabado brillante atraviesa las superficies inferiores de las puertas hasta la zaga. Otra de las novedades del modelo es que elimina por completo las aplicaciones cromadas en la carrocería.
Interior depurado
El interior también ha sufrido algunos cambios. Para empezar, se inserta un nuevo volante aplanado en la parte superior e inferior, con el Opel Blitz de última generación en el centro. La consola central ahora se incluye en plata mate, a diferencia del negro brillante del anterior modelo que se ensuciaba con mayor facilidad. Además, esta zona se ha depurado con la eliminación de ciertos botones.
Cabe destacar que el diseño de los interruptores restantes para el freno de estacionamiento eléctrico y los modos de conducción seleccionables (en las variantes Mokka Electric y automática) provienen del nuevo Opel Grandland. Por su parte, todos los tejidos del interior están elaborados con materiales reciclados.
Más conectividad
El Opel Mokka equipa de serie un cuadro de mandos digital de 10 pulgadas, el mismo tamaño que el de la pantalla central multimedia. Este último se puede manejar fácilmente a través de widgets, como si se tratara de un smartphone. Asimismo, ambas pantallas se pueden personalizar fácilmente, con accesos directos o múltiples combinaciones de colores.
El sistema de navegación trabaja de manera conjunta con ChatGPT y, en función de los hábitos del perfil vinculado, sugiere rutas de forma independiente. La aplicación myOpel también se puede utilizar para enviar el destino correspondiente al vehículo. Además, el sistema de infoentretenimiento del Mokka Electric ofrece itinerarios para vehículos eléctricos con pantalla de estación de carga.
Los smartphones se pueden cargar de forma inalámbrica, así como hacer uso de un conector USB-C ubicado en la consola central. Por otra parte, la cámara de visión trasera opcional de 180 grados garantiza buena visibilidad al maniobrar.
Gasolina, híbrido y eléctrico
La gama de motores del Opel Mokka comprende tres variantes: gasolina, híbrida y eléctrica. La primera es una mecánica térmica de 100 CV sin electrificación, si bien un escalón por encima se encuentra un motor que añade tecnología microhíbrida de 48 V.
Este combina un motor de gasolina turboalimentado de 1.2 litros y 136 CV, un motor eléctrico de 28 CV y una nueva transmisión electrificada de doble embrague de seis velocidades. Por ende, tiene la etiqueta eco de la DGT.
En el caso de la versión eléctrica, se trata de un motor con 156 CV y 260 Nm de par, asociado a una batería de 54 kWh. Gracias a esta, tiene una autonomía de 403 kilómetros y, por tanto, la etiqueta cero de la DGT.
¿Cuál es su precio? La versión de entrada parte de los 26.350 euros, mientras que la microhíbrida arranca en 28.850 euros. La opción eléctrica tiene un coste inicial de 37.600 euros.