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En EL ESPAÑOL hemos probado el primer modelo híbrido enchufable (PHEV) de BYD, la firma de procedencia china. Hablamos del Seal U DM-i, un SUV del segmento D -tamaño grande- que originalmente fue concebido como un coche 100% eléctrico, ya que deriva del BYD Seal U.

La expansión por Europa de esta marca del gigante asiático se ha acelerado en los últimos años. A nuestro mercado llegó en marzo de 2023, con una cartera de productos pequeña. Actualmente la gama ya cuenta con ocho vehículos, donde el BYD Seal U DM-i es el segundo SUV más grande, por debajo del BYD Tang.

Cabe destacar que BYD es una compañía con mucho peso en la industria automotriz, ya que el pasado año se alzó como el fabricante con mayor número de ventas de vehículos enchufables. Solo en 2023 consiguió comercializar 3,02 millones de unidades, mientras que desde su creación ha despachado un total de 7,6 millones de unidades.

Un SUV de 4,77 metros

Como hemos mencionado, el BYD Seal U DM-i es un SUV de generosas proporciones. Dentro de la gama, se posiciona entre el BYD Atto 3 y el BYD Tang, con unas medidas de 4,77 metros de largo, 1,89 metros de ancho y 1,67 metros de alto, con una distancia entre ejes de 2,76 metros. Por su parte, el Atto 3 tiene una longitud de 4,45 metros, mientras que la del Tang es de 4,87 metros.

En cuanto a su diseño, presenta una imagen atractiva (aunque para gustos los colores). Esta se caracteriza por un frontal en forma de "X", un capó con unas líneas marcadas y un paragolpes con los faros LED integrados y ópticas dobles. Su perfil también presenta rasgos afilados, con unas llantas de aleación en acabado bicolor de 19 pulgadas. En la parte trasera los faros LED recorren toda la zaga, remarcando el ancho del vehículo.

El BYD Seal U DM-i dispone de tres versiones para el mercado europeo: Design, Comfort (en España a finales de año) y Boost. Todas ellas cuentan con los mismos elementos de equipamiento, solo se diferencian por su mecánica (que veremos más adelante).

En el exterior integra de serie faros LED con encendido y apagado automático, techo solar panorámico, barras de techo en aluminio, portón trasero eléctrico, llantas de aleación de 19 pulgadas, retrovisores ajustables y plegables eléctricamente y calefactados, y cristales traseros de privacidad, entre otros.

BYD Seal U DM-i. Itziar Echave-Sustaeta

Además, para personalizar la carrocería, se puede elegir entre cinco colores: Delan black (negro), Time grey (gris oscuro), Snow white (blanco), Tian qing (azul) y Boundless cloud (gris claro).

Buenos acabados

El interior del BYD Seal U DM-i puede ir revestido con una tapicería negra y costuras azules o con una negra y marrón con costuras rojas, si bien los asientos disponen de ajuste eléctrico y reposacabezas integrados tanto en la parte delantera como en la trasera. El modelo chino goza de buenos acabados, con materiales de calidad y terminaciones bien rematadas.

BYD Seal U DM-i. Itziar Echave-Sustaeta

Otro de los elementos distintivos del habitáculo es la pantalla táctil con rotación eléctrica (horizontal o vertical) de 15,6 pulgadas y actualizaciones OTA, el sistema de sonido Infinity, el asistente de voz "Hi BYD" o el sistema de carga inalámbrica doble.

También destaca el espacio interior que ofrece a los pasajeros, tanto en la primera fila como en la segunda. Además, la zona trasera carece de túnel de transmisión central, una característica que ha heredado de su hermano eléctrico puro y que otorga más habitabilidad aún. Los asientos pueden abatirse en una disposición 60:40, lo que permite aumentar el volumen del maletero de 552 litros a 1.440 litros cuando se abaten los respaldos.

BYD Seal U DM-i. Itziar Echave-Sustaeta

Tres versiones

Nuestra unidad de pruebas es BYD Seal U DM-i Boost, es decir, equipa una mecánica con tracción delantera que combina un motor de gasolina de 1.5 litros con 98 CV y un motor eléctrico con 197 CV. A su vez, incorpora una Blade Battery de 18,3 kWh con la que tiene una autonomía eléctrica de 80 kilómetros. En conjunto, suma una potencia total 218 CV y un par motor máximo de 300 Nm.

Su consumo de combustible en ciclo combinado es de 0,9 l/100 km, mientras que el eléctrico en ciclo combinado es de 21 kWh/km. Algo muy positivo de este SUV es que ofrece una autonomía total de 1.080 kilómetros al sumar el depósito de gasolina y el recorrido en eléctrico. Además, de la versión Boost, también se comercializa la opción Design.

BYD Seal U DM-i. Itziar Echave-Sustaeta

Esta es más potente y cuenta con dos motores eléctricos, uno de 204 CV en el tren delantero y otro de 163 CV en el trasero, los cuales se complementan con un motor de gasolina de cuatro cilindros y 1.5 litros con 131 CV. La potencia total del sistema es de 324 CV, con un par máximo de 550 Nm.

El BYD SEAL U DM-i Design tiene tracción total y, al igual que el Boost, una Blade Battery de 18,3 kWh. En este caso la autonomía eléctrica es de 70 kilómetros y la total 870 kilómetros. Respecto a los consumos, en ciclo combinado es de 1,2 l/100 km, si bien en modo eléctrico homologa 23,5 kWh/km.

BYD Seal U DM-i. Itziar Echave-Sustaeta

Por su parte, la variante Comfort que se incorporará a la gama a finales de año, dispone de la misma combinación de motores que el Boost, con una potencia máxima conjunta de 218 CV. Sin embargo, integra una Blade Battery de mayor capacidad de 26,6 kWh con la que alcanza una autonomía eléctrica de 125 kilómetros. Junto con el depósito de combustible supera los 1.100 kilómetros de autonomía.

Todas las versiones del BYD Seal U DM-i permiten la carga en corriente alterna trifásica a 11 kW en corriente alterna (CA) y 18 kW en corriente continua (CC). Gracias a ello, el tiempo de carga en esta útlima pasando del 30 al 80% es de 35 minutos.

BYD Seal U DM-i. Itziar Echave-Sustaeta

Precios

El precio de entrada del SUV asiático es de 38.500 euros con la variante Boost, si bien la opción Comfort todavía no está disponible en nuestro mercado. El resto de tarifas quedan así:

BYD Seal U DM-i PVP
Boost 38.500 €
Comfort 40.500 €
Design 45.500 €

Cabe señalar que a estos costes se les pueden descontar las ayudas del Plan Moves 3 para modelos híbridos enchufables. De esta manera, si se achatarra un coche antiguo la subvención asciende a 5.000 euros. Sin este requisito la cuantía es de 2.500 euros.

En carretera

Al acomodarnos en el puesto de conducción, lo primero que nos llama la atención es la autonomía, superior a los 1.000 kilómetros. Con el tanque lleno, alcanza 952 kilómetros y, con la batería sin estar cargada al 100%, cuenta con 73 kilómetros de recorrido. Por tanto, no tiene nada que envidiar a un modelo diésel en este apartado, sumando el plus de contar con la etiqueta cero de la DGT.

BYD Seal U DM-i. Itziar Echave-Sustaeta

Dinámicamente es un coche suave en todos los sentidos. El tacto de la pisada, la dirección o las suspensiones generan gran sensación de confort a bordo. De hecho, la sensación es de estar conduciendo un coche eléctrico en todo momento y, aunque no es así, el sistema se asegura siempre de que la batería tenga un 25% mínimo de la carga.

Por otro lado, el BYD Seal U DM-i cuenta con dos modos de conducción: EV (eléctrico) y HEV (híbrido). El primero es para los desplazamientos cotidianos o el tránsito urbano, mientras que con el segundo el vehículo utilizará principalmente la energía suministrada por la batería. Solo en fase de aceleración el motor de gasolina brindará potencia adicional a las ruedas para apoyar a la batería.

BYD Seal U DM-i. Itziar Echave-Sustaeta

También dispone de los modos de conducción Eco, Normal, Sport y Snow (nieve), para seleccionar el que más se ajusta en cada momento. En definitiva, es un coche bastante polivalente, ya que sirve tanto para recorrer largas distancias como para circular por los núcleos urbanos gracias a su distintivo azul (aunque sus medidas no son las idóneas para esto). Asimismo, su habitabilidad interior le convierten en una opción muy interesante para familias.

¿Y cuánto consume? Durante una semana con el SUV chino, tras "agotar" la batería el gasto de combustible ha sido de tan solo 5,7 l/100 km. En este punto es importante destacar que gracias a la reserva de un mínimo de electricidad, el sistema siempre funciona como un híbrido. De esta manera consigue consumos muy reducidos.