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Está claro que el transporte en general (coches privados, transporte público, transporte pesado...) es clave en el mundo actual para el desarrollo de las sociedades y la economía. Pero no debemos olvidar que esta evolución de la sociedad y del transporte también deja una gran huella en el planeta, como las emisiones contaminantes.

Dentro de las emisiones contaminantes, la quema de combustibles fósiles (gasolina, diésel, gas) en los motores de combustión es lo que genera gases de efecto invernadero (GEI). Y los gases de efecto invernadero o GEI es un tipo de contaminación que, a largo plazo, afecta a todo el mundo (no se localizan en zonas concretas) y contribuye al calentamiento global y al cambio climático.

Estos gases lo que hacen es parecerse al cristal de un gran invernadero, de ahí el nombre. Aquí, las plantas del invernadero serían el planeta Tierra. Y el techo de cristal del invernadero serían los gases contaminantes. Estos, por tanto, retienen el calor del sol e impiden que se escape al espacio, provocando el calentamiento global.

De todos los gases de efecto invernadero (GEI), según datos de 2021 del Ministerio para la Transición Ecológica el CO2 es el más importante, puesto que supone el 79% de los GEI en España:

  Diferentes GEI España 2021
CO2 (dióxido de carbono) 79%
CH4 (Metano) 15%
N2O (óxido nitroso) 4%
F-Gas 2%

Quién contamina más

Por tanto, ya tenemos la primera conclusión y es que el CO2 es el principal causante de los gases de efecto invernadero en España (y en resto del mundo). Ahora bien, ¿qué actores provocan los gases de efecto invernadero?

Pues bien, volvemos de nuevo al Ministerio de Transición Ecológica y aquí según datos de 2021 este organismo señala que en España los principales actores que generan los gases contaminantes son el transporte (con el 29,9%) y la industria (con el 22,6%). Prácticamente la mitad de la contaminación de GEI en España viene por estos dos actores:

  Distribución de los GEI España 2021
Transporte 29,9%
Industria 22,6%
Agricultura 11,4%
Generación eléctrica 10,9%
Edificio residencial comercial 9,1%
Residuos 4,6%
Otros 11,6%

Una tabla que también se puede ver de forma más ilustrativa en el siguiente gráfico:

Hasta aquí datos de España... ¿Y en Europa? Aquí recurriremos a la Agencia Europea de Medio Ambiente que, con datos de 2022 señala que el transporte en general (carretera, barcos, aviones y trenes) supone aproximadamente el 25% del total de los gases contaminantes GEI (en realidad es un porcentaje muy similar al de España).

Y dentro de todos los transportes, el de carretera supone el 71,7% de las emisiones de gases de efecto invernadero que genera el transporte. Por tanto, podemos decir que el transporte por carretera es el responsable de casi el 18% del total de las emisiones.

  Contaminantes GEI Europa
Transporte en general 25%
Transporte por carretera sobre el total del transporte 71,7%
Transporte por carretera sobre el total de las emisiones 17,9%

Los coches, los que más contaminan

¿Y dentro del transporte? ¿Cuánto hay que atribuir a los coches y camiones? ¿Y a los aviones? ¿Y los barcos? Pues bien recurrimos de nuevo a la Agencia del Medio Ambiente para comprobar cuáles son los porcentajes que cada tipo de transporte provoca sobre el total de los gases de efecto invernadero en Europa con datos de 2019.

Y aquí tenemos que los coches suponen algo menos del 11% del total de los gases de efecto invernadero, los camiones pesados y ligeros algo menos del 7% y los barcos y aviones juntos en torno al 5%.

  Porcentaje del transporte en los GEI Europa
Coches 10,8%
Camiones pesados 4,8%
Barcos 2,5%
Aviones 2,4%
Camiones ligeros 2%
Motocicletas 0,2%
Trenes 0,07%

Por tanto, tal y como se puede ver en el siguiente gráfico, los coches son el principal 'culpable' dentro del transporte de la producción de los gases de efecto invernadero que están asociados al calentamiento global.

No obstante, si comparamos las emisiones de los coches con las de otros actores, vemos que están a un nivel similar de contaminación que la agricultura o la generación eléctrica, dos actores que en España también rondan el 11%.

¿Es el coche eléctrico la solución?

Siguiendo con el transporte y principalmente con los coches, para reducir precisamente las emisiones contaminantes, desde la Unión Europea se exige a los fabricantes una reducción de emisiones para los próximos años. Así, en 2025 las emisiones tendrán que reducirse a los 93,6 gramos de CO2; en 2030 el límite será de 50 gramos y en 2035 no se podrá vender coches nuevos que expulsen emisiones.

Por tanto, si no cambia la normativa, en 2035 no se podrá vender ningún coche nuevo que contamine por el escape en la Unión Europea. Sin duda, este medida, debería ayudar a reducir en los años siguientes el porcentaje de emisiones contaminantes que supone el transporte privado como el coche.

Ahora bien, también hay que dejar bien claro que los coches contaminantes seguirán circulando hasta 2050, que es el año en el que en principio se ha fijado como el final de la circulación del coche que expulsa emisiones por el escape. Y solo en España, el parque actual que hay es de alrededor de 24 millones de coches.

Por tanto, hasta que el último coche que expulsa gases contaminantes no sea retirado de las carreteras, la contaminación seguirá existiendo. Además, a ello hay que señalar que contaminantes como el CO2 no son locales. Por tanto, Europa puede prohibir la circulación de coches contaminantes, que si en otro rincón del planeta sí pueden circulan, las emisiones afectan a todos prácticamente por igual.

Cuánto contamina un coche en toda su vida

Antes hablábamos de las emisiones que salen por el escape de un vehículo. Pero también hay otro tipo de emisiones que son las que genera el vehículo a lo largo de toda su vida. Hablamos, por ejemplo, de la contaminación que supone la fabricación de un vehículo.

Y aquí es probable que las emisiones de los coches quizás no se están midiendo de forma correcta. Al menos eso es lo que señalan directivos como Josep María Recasens, CEO del Grupo Renault en España, quien afirma que la regulación actual de las emisiones de CO2 recae en las emisiones del escape cuando en realidad debería medirse las emisiones del escape y las emisiones de producir un vehículo.

¿Y cuántas emisiones expulsa un vehículo a lo largo de su vida, por ejemplo, en 200.000 kilómetros, con su fabricación incluida? Pues, según señala Renault de sus datos internos, un coche diésel como un Renault Scénic en 200.000 kilómetros emite un total de 50 toneladas de CO2.

Contaminación del tráfico. iStock

De estas emisiones, además, la gran mayoría (en torno al 88%) se producen en el uso, es decir, en la expulsión de CO2 por el escape. En la fabricación el porcentaje es pequeño.

¿Y un coche eléctrico? Pues para conocer las emisiones de un coche eléctrico en 200.000 kilómetros dependerá mucho del tipo de eléctrico y de la capacidad de su batería.

Así, por ejemplo, y también siguiendo el ejemplo de un Renault Scénic, pero eléctrico y de nueva generación, este coche nuevo con una batería de 60 kWh produce unas emisiones de 25 toneladas de CO2 a lo largo de su ciclo de vida. Por lo tanto, estamos hablando de una reducción del 50% de las emisiones respecto a un coche diésel.

  Emisiones mundiales de CO2
Renault Scénic diésel 50 toneladas de CO2 en 200.000 km
Renault Scénic eléctrico 60 kWh 28 toneladas de CO2 en 200.000 km
Renault Scénic eléctrico 87 kWh 25 toneladas de CO2 en 200.000 km

En el caso de que el coche eléctrico tenga una batería mayor -87 kWh- en su ciclo de vida emite 28 toneladas, lo que supone un 44% menos.

  Emisiones Scénic eléctrico según el país
Noruega 15 toneladas en 200.000 km
Francia 20 toneladas en 200.000 km
España 22 toneladas en 200.000 km
Reino Unido 23 toneladas en 200.000 km
Media global 25 toneladas en 200.000 km
Alemania 32 toneladas en 200.000 km
Polonia 36 toneladas en 200.000 km

Además, estas emisiones señaladas (25 millones de toneladas de CO2) serían todavía menores dependiendo del país en el que el coche recorra los 200.000 kilómetros.

Según Recasens, recorrer 200.000 kilómetros con este Scénic en Alemania supone una expulsión de 32 millones de toneladas mientras que en España serían 22 millones por la mayor producción de energía renovable.

Por tanto, el coche eléctrico no es realmente un vehículo de cero emisiones porque fabricarlo contamina, pero sí reduce las emisiones totales a la mitad respecto a un coche de combustión. Además, sobre todo es muy interesante en aquellos países que apuestan por las renovables.

Coche eléctrico en un punto de recarga. iStock

¿El coche eléctrico reducirá el CO2 en el mundo?

No. Y es que suponiendo que todos los vehículos (incluidos los aviones, barcos y, por supuesto, los coches) no expulsaran emisiones, tal y como hemos señalado sí se generan emisiones el fabricarlos. Además, lejos de reducirse, las emisiones de gases de efecto invernadero no dejan de registrar récords año tras año.

Basta señalar en este sentido el último informe de la Organización Meteorológica Mundial (OMM) publicado esta misma semana. Un estudio que señala que los niveles de gases invernadero alcanzaron un récord en 2023, abocando al planeta a un aumento de temperaturas durante muchos años.

En este sentido, y según este informe, el dióxido de carbono (CO2) se está acumulando en la atmósfera a un ritmo nunca visto en la historia de la humanidad, y ha aumentado más del 10% en tan solo dos décadas.

Un incremento que en 2023 se ha visto penalizado por los grandes incendios de vegetación, la reducción de la absorción de carbono por parte de los bosques y las altas emisiones de CO2 de los combustibles fósiles procedentes de las actividades humanas e industriales.

Por tanto, tal y como concluye este organismo, mientras continúen las emisiones, los gases de efecto invernadero seguirán acumulándose en la atmósfera, lo que provocará un aumento de la temperatura global. Y dada la vida extremadamente larga del CO2 en la atmósfera, el nivel de temperatura ya observado persistirá durante varias décadas incluso si las emisiones se reducen rápidamente a cero neto.

¿El coche eléctrico es la solución? Como conclusión final, podemos responder que el coche eléctrico no es la solución única ni es la solución definitiva. Pero si, al menos, es capaz de reducir al 50% el total de las emisiones de un vehículo en todo su ciclo de vida, está claro que es la mejor tecnología que existe hoy para las próximas décadas.