Puntuación de El Español
Destaca: Comportamiento, dinamismo, frenos
A mejorar: Pocas unidades a la venta, precio elevado
Desde 38.250 €
Desde 43.250 €
El Toyota GR Yaris es, probablemente, el coche urbano más radical que existe hoy. Tal es así que la producción estimada será solo de unas 25.000 unidades, de las que 500 unidades están destinadas al mercado español.
Recordamos en este sentido que este nuevo modelo viene de la estrategia de Toyota de participar en la competición, con su división Toyota Gazoo Racing y con la que ha ganado hasta ahora el título del mundial de rallys en 2018 (como constructores), el de pilotos del WRC en 2019, con Ott Tänak y dos campeonatos del mundial de Resistencia (2018 y 2019).
La idea de Toyota no solo es vender coches para todas las necesidades, sino también que esta división de carreras pueda fabricar en fabricar coches de calle muy radicales (que son los GR como es el caso de este Yaris) y que después derive también en las versiones deportivas GR Sport.
Para conseguir esto, además, desde Toyota no solo quieren ofrecer una gama de coches, sino también crear una comunidad en torno a las siglas GR y, además, que los concesionarios también se involucren en su comercialización, con asesores y espacios específicos.
El Toyota GR Yaris cambia prácticamente en todo. Es un coche de tamaño pequeño y carrocería de tres puertas, en lugar de cinco puertas, como el Yaris convencional.
Otro aspecto importante es la incorporación de piezas de alta resistencia en el vehículo. En concreto, ahora cuenta con nuevos elementos de diversos materiales (acero, carbono, aluminio, etc) que aumentan la rigidez de la estructura.
Continuando con los aspectos que más cambian respecto al Yaris, destacamos la parte inferior del coche, lo que no se ve. Y en este sentido tenemos que señalar que el chasis del GR Yaris nada tiene que ver con el del Yaris convencional.
Entre otros motivos porque este GR Yaris tiene una primera mitad perteneciente al chasis del Yaris (TNGA-B) y una parte posterior del tren posterior que incorporan otros modelos como el Corolla o el C-HR, entre otros, basados en la plataforma TNGA-C.
A ello hay que sumar unos poderosos frenos de 356 milímetros de diámetro y pinzas de cuatro pistones para el eje delantero y de 297 milímetros y pinzas de dos pistones para el eje trasero.
Continuando con las dimensiones, ya hemos señalado que estamos ante un coche pequeño como el Yaris. Sin embargo, a diferencia de este, el GR YAris es en su parte final algo más bajo, lo que proporciona una aerodinámica mejorada. Una característica que también proviene por la silueta de la carrocería y por los cambios en las diferentes entradas de aire.
En cuanto al motor se trata de un tres cilindros deportivo. Tiene 1,6 litros de cilindrada y rinde una potencia de alrededor de 260 CV, lo que significa que estaríamos hablando de una enorme cifra de 162 CV por litro de cilindrada.
A ello se suma un par elevado (360 Nm) disponible entre las 3.000 y las 4.600 revoluciones. Un potente motor, que se caracteriza por su reducido tamaño, peso ligero, y por su enorme respuesta. Tal es así que consigue los primeros 100 km/h en solo 5,5 segundos. Y a todo ello se suma una velocidad máxima de 230 kilómetros por hora.
Además, este motor está asociado a una caja manual de seis marchas (no hay opción de cambio automático). Y lo que es más importante, también se incluye un nuevo sistema 4×4.
Un complejo sistema formado por un diferencial para las ruedas delanteras, un diferencial trasero y una centralita ECU que se encarga de realizar los ajustes en tiempo real, dependiendo del ángulo de dirección, el acelerador, el freno, la velocidad angular, etc.
Además, cuenta con diferentes modos de conducción que permite distribuir la fuerza del motor a cada eje dependiendo de la situación. Así, por ejemplo, en el modo Normal la distribución es del 60:40; en Sport es del 30:70 y en Track es del 50:50.
Entramos en el coche y la primera sensación que nos produce es algo contrariada, ya que la posición de conducción es algo elevada a nuestro juicio. También la visibilidad, que pensamos que es algo reducida ya que la luna delantera es algo pequeña.
Sin embargo, estas son las dos únicas críticas que podemos hacer al coche. A partir de ahí, todo lo que digamos será poco. Es increíble, cómo acelera, cómo frena, cómo entra en la curva y cómo vuelve a acelerar.
Para empezar, en relación a la aceleración lo que nos sorprende es que basta pisar con contundencia el pedal del acelerador para comprobar que el motor se pone a trabajar a tope y que esto se traduzca en mejores prestaciones.
Pero también destaca por los frenos. Mientras que con otros coches, hay que graduar mucho la pisada para que no se nos vengan los frenos abajo, con este Yaris de competición, no ocurre nada de eso. Todo lo contrario incluso, ya que nos incita a frenar con fuerza para comprobar lo bien que funcionan.
La dirección también nos gusta y lo mismo ocurre con las suspensiones ya que tiene mucho mérito que la carrocería apenas balancee y que incluso cometiendo errores en el trazado (como es nuestro caso) el coche sabe perdonarnos todo.
Llega el momento de realizar un recorrido en carretera. Ya sabemos lo bien que va el coche en circuito, así que ahora queremos saber si en carretera tiene un comportamiento tan bueno.
Y una vez más, el Toyota Yaris nos vuelve a sorprender. En carretera, por ejemplo, y ante una conducción más pausada, nos sorprende que estamos ante un coche cómodo, con el que se puede realizar cualquier viaje o incluso movernos en el día a día.
Hasta la fecha ningún otro coche de calle nos había parecido tan efectivo en circuito. Ningún otro coche para el día a día tenía tantos componentes de la competición. Y, sobre todo, en este segmento y con este precio. Así que, desde aquí, estamos convencidos de que los 500 afortunados que adquieran una unidad, estarán enormemente satisfechos.