Mucho ha cambiado la vida de Cristian García en un año. De conseguir su primer podio a coronarse Campeón de España Absoluto, pasando por formar parte del regreso de Mitsubishi como equipo oficial. Se sigue haciendo raro ver la bandera aragonesa presente en el acto de celebración, provincia con mucha menos tradición dentro del automovilismo y especialmente en los rallies respecto a otras como Galicia, Asturias o Cataluña, pero lo cierto es que la temporada del piloto maño ha sido para enmarcar.
Al volante de un coche que ya no se fabrica, fuera del reglamento FIA y gracias a una normativa técnica algo permisiva con los vehículos R4, Cristian se encontraba a principio de año con un vehículo que conocía perfectamente después de competir en 2015 con él. Una montura suficientemente afinada como para plantar cara a los más modernos y actuales modelos R5, los cuales comenzaban a llegar a cuentagotas a nuestro Campeonato Nacional.
El modelo de los tres diamantes, a pesar de estar catalogado ha basado en su fiabilidad y robustez su gran ventaja durante toda su vida competitiva, sin embargo, esta vez también contaba con un nuevo cambio que le permitía despuntar en secciones en las que anteriormente no podía pelear con los Porsche o los Ford Fiesta R5 y un nuevo conjunto de frenos que solucionaba uno de los principales caballos de batalla del Evo X.
Con todo ello solucionado, las tres victorias consecutivas en Canarias, Adeje, Sierra Morena le distanciaron al frente de la general, aprovechando también la inestabilidad en los programas de sus rivales. Con Ferrol, suponiendo un breve impasse debido a un tempranero pinchazo que le alejaba de la lucha por el triunfo (finalmente fue para Víctor Senra), Cristian García se iba al parón veraniego con cinco victorias de seis posibles.
Tras el regreso de las vacaciones, los errores en las dos primeras especiales el Rally Princesa de Asturias postergaron brevemente la consecución de su título, sin embargo, ya era inevitable. La victoria en la 40ª del Villa de Llanes (la sexta de la temporada) le daba matemáticamente su primer título de Campeón de España absoluto a los 25 años y como primer piloto de la nueva generación de pilotos que está asentándose ahora en el Nacional de Asfalto. Un año sin fisuras, siendo competitivo en todo tipo de terrenos y
Por delante todavía quedan otras dos pruebas, La Nucía y el Rally Comunidad de Madrid donde García tratará de mejorar aún más sus resultados. No lo tendrá fácil, ya que tendrá que enfrentarse a los locales, Miguel Fuster y su compañero en el equipo Mitsubishi-Repsol, Alberto Monarri. En juego también estará el Campeonato de España de Copilotos para Rebeca Liso, su copiloto de confianza, la cual tiene como principal rival a Marcos Burgo y el resto de títulos Nacionales que todavía quedan por definir.