El día 28 de septiembre estaba marcado en rojo por los aficionados al Mundial de Rallies en el calendario, pero sobre todo por los pilotos que hasta ahora habían ocupado un papel dentro de las formaciones privadas del WRC. Con la introducción de los nuevos coches en 2017, más potentes y ligeros, la FIA se quiso cubrir las espaldas obligando a los fabricantes a que le presentaran por escrito los pilotos que iban a competir al volante de sus World Rally Cars. La Federación tendría la última palabra sobre quién podría correr con ellos y quién no.
Con las limitaciones que suele suponer un cambio reglamentario tan significativo como este (o al que se sometió el Mundial de Turismos pasando a los actuales TC1) las temporadas de debut suele implicar que el número de unidades de primer nivel sea mínimo ya que los fabricantes no pueden satisfacer toda la demanda. Con una previsión de 15 World Rally Cars compitiendo en 2017, la otra preocupación de la FIA estaba en poder llenar las listas de inscritos la próxima temporada y además permitir correr con coches superiores a los R5 a pilotos que actualmente son privados, jóvenes promesas o gentleman drivers.
El Consejo Mundial del Motor se reunía esta última semana de septiembre con el objetivo de discutir la opción de crear una Copa para estos pilotos privados, la cual se llevará a cabo con los WRCars que actualmente compiten en el Campeonato y que cuentan con el pasaporte de competición o la homologación vigente. No se ha hecho público el permio para el ganador de dicho torneo, pero sí se espera que sirva de puente entre el WRC2 y la categoría absoluta.
El problema subyacente será el de restar protagonismo precisamente al WRC2, donde actualmente compiten oficialmente equipos como Peugeot Sport o Skoda Motorsport y que cada vez cuenta con más fabricantes interesados. A pesar de que no han sido confirmados, se espera que la FIA introduzca modificaciones en el reglamento deportivo para forzar a que los pilotos inscritos en dicho campeonato tengan enfrentamientos directos en las mismas pruebas y el campeonato no se convierta en más en una cuestión estratégica que en ver quién es más rápido contra el crono en las mismas pruebas.
Esta y otras nuevas medidas serán previsiblemente conocidas en las próximas semanas, especialmente las modificaciones que se espera que se hagan tanto en la Power Stage (a partir del Rally de Monte-Carlo 2017 serán cinco los pilotos que puntúen extra) y el orden de salida a los tramos. Por ahora ya es oficial que los equipos podrán elegir hasta tres pilotos de los cuales, los dos mejores en cada rally puntuarán para el campeonato de marcas.
Calendario provisional con sólo 12 pruebas:
La mayor sorpresa llegaba dentro del programa para la próxima campaña. Tras la cancelación de China los fabricantes habían pedido a la Federación garantías de que no se iban a repetir dichos problemas, algo que obligaba a la FIA a dejar fuera a la cita asiática del primer borrador del calendario para 2017. Junto a ella, la otra gran sacrificada era el Rally de Polonia, acosada por los problemas para encontrar presupuesto tras la caída del patrocinador principal y con ‘tarjeta amarilla’ (al igual que Argentina) por problemas de seguridad.
Sin embargo, ambas citas siguen siendo candidatas a rellenar el calendario definitivo con 14 ranuras junto a Turquía. El resultado final no se conocerá hasta el 30 de noviembre, cuando se realizará una nueva reunión del Consejo Mundial del Motor esta vez en Viena. La otra gran novedad ya confirmada es la de pasar el Tour de Corse (Rally de Francia) al mes de abril, intercalándose entre las dos citas americanas, México y Argentina y así acortando el parón que se producía tradicionalmente en el primer tercio de la temporada.
Por su parte, hasta 13 países siguen esperando su oportunidad para entrar a formar parte del calendario del Mundial de Rallies, especialmente los de la zona Asia-Pacífico, los cuales se ven muy perjudicados por las dificultades logísticas que suponen trasladar todo el material hacia las regiones más orientales. Los responsables del Campeonato, en colaboración de la FIA ya buscan otras medidas para poder introducir nuevas pruebas, mientras que los equipos oficiales no quieren superar las 14 pruebas por temporada. Una de las opciones, la más polémica, la de recortar las mayoritarias citas europeas en kilometraje y días para así poder recortar también los gastos y visitar nuevas zonas. Hacer en resumidas cuentas un calendario más global.