Se llevaba barruntando desde hace algunas semanas, incluso se le había puesto una fecha -finales de 2017- sin embargo, el anuncio oficial de Audi Sport de esta mañana ha pillado a todos con el pie cambiado. El fabricante germano ha confirmado a través de un comunicado, que su adiós al Mundial de Resistencia y por tanto a las 24 Horas de Le Mans se producirá a finales de este mismo año, por lo que no tomarán parte de la temporada 2017.
La firma de los cuatro aros cierra de esta forma una relación con la resistencia que cumple casi dos décadas, siendo uno de los fabricantes más exitosos de la historia de la disciplina, tan sólo superada por Porsche Motorsport. En el comunicado oficial, Audi confirma que continuará en el Campeonato Alemán de Turismos (además de mantener su programa carreras-cliente para los GT3 y su nuevo TCR), donde estrenará en 2017 un nuevo modelo, sobre la base del RS5 con el objetivo de recuperar el trono perdido este año en manos de BMW y su piloto Marco Wittmann.
Tras el escándalo de las emisiones que ha azotado al Grupo Volkswagen durante los dos últimos años, ha habido una reestructuración obligatoria de las prioridades y de las estrategias de marketing y competición. Tras reducir el programa a sólo dos LMP1 en 2016, se anunciaba hace algunos meses la intención de Audi de centrarse en la Fórmula E, el campeonato de monoplazas eléctricos. Ahora, con el abandono del WEC su intención se ve reforzada e incluso se habla de una posibilidad que también surgió hace algún tiempo: fabricar un Supercar eléctrico para el Mundial de RallyCross.
Malas perspectivas para el Mundial de Resistencia:
De vivir una época dorada con cuatro fabricantes de primer nivel inscritos a tener una temporada 2017 en la que tan sólo habrá dos equipos oficiales, Porsche y Toyota. De ella se ha caído Audi y en la que Rebellion ha confirmado que estará únicamente dentro de LMP2. Será el último año antes de la entrada del nuevo reglamento técnico promete ser de transición. Esto obligará al ACO y a la FIA a tener pies de plomo con la nueva normativa para los prototipos, meter en cintura los presupuestos sin limitar la innovación para llamar a la puerta de las formaciones privadas y atraer a los fabricantes que siguen estudiando su regreso.
Entre ellos está la propia Peugeot Sport y BMW. Los franceses, ya superada la crisis que les obligó a echar el cierre, ven con buenos ojos su regreso a Le Mans, algo que podría obligar también a poner punto y final a su proyecto en el Dakar, debido a la dificultad de mantener financieramente dos programas de primer nivel. Sin embargo, la llegada de los leones no se precipitará y como pronto se estudia una participación dentro del Box 56 en 2018, antes de un proyecto oficial en 2019. En el caso de los bávaros, sigue siendo una intención a medio/largo plazo, poniéndose como fecha probable de debut a partir de 2020, mientras que en 2018 participarán en el WEC con un GTE.