¿Quién no recuerda el legendario 787B que convirtió en 1991 a Mazda en la primera y hasta ahora única marca japonesa en ganar las 24 Horas de Le Mans? Aquel prototipo con motor rotativo pasó a la historia tanto por su procedencia como por su mecánica y su inconfundible sonido. Pero tras una discreta defensa del título se pueden contar con los dedos de una mano los asaltos serios a Le Mans por parte de Mazda. Y el RT24-P tampoco será el coche para ello, aunque sí luchará por las otras grandes pruebas del mundo de la resistencia.
El Mazda RT24-P que podéis ver en la imagen es el primer exponente de una nueva categoría 'made in USA' denominada DPi (Daytona Prototype international). Y no son más que coches basados en el nuevo reglamento LMP2, la segunda categoría de Le Mans y el Mundial de Resistencia, sobre los cuales la IMSA, el promotor del principal certamen norteamericano de resistencia, permite a las marcas hacer modificaciones mecánicas y estéticas. El resultado como podéis comprobar es difícilmente mejorable.
De entre las cuatro opciones de chasis disponibles en LMP2 de cara a 2017 en Mazda Racing han decidido apostar por la única de origen norteamericano: Riley-Multimatic. Y es que aunque fabricantes galos como Oreca u Oak disponen de mayor experiencia, en la casa japonesa quedaron muy contentos con el servicio prestado por Multimatic durante estos últimos años, en los que Mazda compitió en Estados Unidos con viejos LMP2 del extinto fabricante británico Lola.
Siendo la base el Mk 30 de Riley-Multimatic, las diferencias son mayormente estéticas y se encuentran en el frontal de este prototipo, cuyas formas evocan claramente las de diferentes 'concept cars' y modelos de calle de Mazda. No es de extrañar, pues en Mazda Racing decidieron recurrir a diseñadores de la casa para poner en pista una filosofía de diseño que ellos llaman "KODO—Soul of Motion"
A nivel mecánico también se ha aprovechado parte de la experiencia acumulada estos últimos años compitiendo con LMP2 aunque fuera con un proyecto de perfil más bajo que este DPi. Por ello Mazda montará el mismo motor MZ-2.0T turbo de gasolina desarrollado junto al especialista AER. La potencia estimada es de unos 600 caballos, aunque desde Mazda Racing aseguran estar listos para aumentarla si el reglamento finalmente lo requiere.
¿Y si por el momento no veremos al Mazda RT24-P en Le Mans, por qué luchará? En el United SportsCar Championship de la IMSA se encuadran pruebas tan importantes como las 24 Horas de Daytona, las 12 Horas de Sebring o Petit Le Mans. Por ello no es de extrañar que aún tratándose de un reglamento recién nacido a Mazda se le unan en este primer año de existencia Nissan y una marca de General Motors, probablemente Cadillac. Además los equipos tendrán la posibilidad de emplear los LMP2 en especificaciones FIA, con un motor Gibson genérico.