Sólo ha pasado un mes desde que Volkswagen Motorsport anunciara lo que nadie esperaba, su equipo en el Mundial de Rallies cesaba sus funciones a final de la temporada 2016 y, por tanto, el prototipo de Polo R WRC bajo las nuevas regulaciones que estaban desarrollando se quedaría varado en algún garaje de las instalaciones de Hannover. Cuatro semanas después, la historia parece haber cambiado, gracias en gran parte a la nueva filosofía de equipo carreras-cliente que los ahora dirigidos por Sven Smeets han decidido continuar su camino dentro del automovilismo.
Lo que en principio parecía reducirse únicamente al desarrollo de un nuevo modelo R5 sobre la base del nuevo Volkswagen Polo para su venta o alquiler, así como la decisión de arrendar las unidades World Rally Cars utilizadas desde 2013 hasta la actualidad, ha mutado para dejar abierta la posibilidad de hacer lo mismo también con las unidades de 2017.
No es para menos. Durante los últimos 18 meses, el equipo germano ha utilizado gran parte de sus empleados y recursos económicos en la creación de un prototipo que estaba destinado a dilatar la era de éxitos de la firma de Wolfsburgo por al menos otros tres años más. Es por ello que el plan de pruebas se ha mantenido prácticamente inalterable, siendo el bicampeón Mundial, Marcus Grönholm, el encargado de hacerlo rodar la pasada semanada durante dos jornadas de test sobre nieve. El proceso de homologación ha sido completado prácticamente al 100%, sin embargo, el plan inicial no incluía realizar el último trámite, el de inscribir dos coches en la próxima temporada.
El Volkswagen Polo R WRC 2017 estaba condenado a muerte, al ostracismo, en el caso de que la cúpula del Grupo VAG no decidiera cambiar su política de no dejar en manos de equipos privados su más reciente tecnología de competición, algo que ya ocurrió con el Race Touareg, el 4x4 que les hizo dominar durante años el Dakar sudamericano. Ese punto de inflexión parece haber llegado finalmente.
Hace unos días era el responsable de los departamentos deportivos del Grupo Volkswagen, Wolfgang Dürheimer, el que reconocía que se habían puesto a trabajar en la posibilidad de alquilar al menos dos de sus unidades del Polo R WRC 2017 a equipos privados. Esto significa que se afrontará todo el proceso de homologación del vehículo siempre y cuando haya un equipo privado con los suficientes recursos financieros como para afrontar una temporada completa en el Mundial de Rallies. Los alemanes están dispuestos a aportar su experiencia y parte de sus empleados para ayudar a mantener, poner a punto y desarrollar los coches, siempre con el requisito de que no le puede costar a la marca ni un solo euro. Menos después del repunte que están sufriendo el escándalo de las emisiones en el viejo continente y tras anunciar el plan de despidos que tienen para los próximo cinco años.
¿Qué equipos estarían interesados? La respuesta es sencilla, aquellos que puedan afrontar económicamente un proyecto que en teoría cuesta 10 millones de euros por coche/año y sólo las formaciones que cuenten con la confianza del fabricante germano. Catar, con Nasser Al-Attiyah al frente, parte en cabeza, en gran parte porque el príncipe qatarí es un profesional reconocido dentro del parque de asistencia del WRC y porque el emirato posee más del 15% del accionariado del Grupo VAG.
Apenas queda algo más de una semana para conocer si finalmente los Polo R WRC 2017 debutarán en el Mundial de Rallies o si únicamente serán las unidades antiguas (2013-16) las que tomen parte de la nueva Copa FIA para equipos privados. Sabremos si el Volkswagen de Schrödinger está vivo o muerto, cuando la caja de las inscripciones del Rally de Monte-Carlo 2017 se levante.
Estoy trabajando en ello y siempre ha sido apoyado el que los coches compitan a pesar de nuestra retirada como equipo de fábrica. El factor más importante es que cualquier proyecto no nos puede costar dinero, pero si la oferta más adecuada se puede encontrar, nosotros lo ayudaremos en todo lo que podamos. Incluso podemos subcontratar personal de Volkswagen Motorsport para ayudar a gestionar y desarrollar los coches. Lo que ellos quieran, nuestra experiencia estará disponible para contratar. Espero que el acuerdo permita tener un equipo en el próximo Rallye de Monte-Carlo, y compitiendo en todo el campeonato. Si eso ocurre, ser una historia maravillosa.