Si hace unos días os presentábamos el precioso RT24-P con el que Mazda aspira a reverdecer laureles en el mundo de la resistencia, hoy toca mostraros el que será sin lugar a muchas dudas su máximo escollo: el Cadillac DPi-V.R. La marca norteamericana regresa a la resistencia tras un fallido asalto a Le Mans a principios de los 2000 y lo hace con el difícil reto de mantener el dominio que sus hermanos de Corvette han ejercido en el United SportsCar Championship norteamericano.
Para ello contarán con la colaboración de dos de los mejores equipos clientes de Corvette Racing en la categoría de Prototipos durante los últimos años: Action Express y Wayne Taylor Racing, siendo esta última estructura la que ha llevado buena parte del desarrollo del DPi-V.R., un prototipo que emplea una base Dallara LMP2 (frente al Riley-Multimatic escogido por Mazda) y monta un motor V8 de 6,2 litros atmosférico. Este bloque es pariente lejano del empleado en alguno de los más célebres modelos de Cadillac, como el CTS-V o el Escalade, y ha sido preparado por una estructura de prestigio en NASCAR como Earnhardt Childress Racing.
Sin embargo los vínculos entre este DPi-V.R. y los modelos de serie de Corvette son aparentemente menores que los del DPi ideado por Mazda. En la marca de General Motors han dejado de lado las licencias artísticas que permite el reglamento IMSA para que los prototipos luzcan un mayor parecido con la gama a la venta en concesionarios y este DPi-V.R. preserva los grandes rasgos del LMP2 diseñado por la casa italiana Dallara y que podremos ver en el Mundial de Resistencia y su cita más importante, las 24 Horas de Le Mans.
A falta de conocer si el Automobile Club de l'Ouest y la Federación Internacional de Automovilismo deciden abrir la mano y permitir que estos DPi desembarquen algún día en Le Mans, Cadillac peleará con Mazda, Nissan y los privados que se presenten con LMP2 genéricos (todos emplearán el mismo motor Gibson) en citas de indudable prestigio como las 12 Horas de Sebring, Petit Le Mans o las 24 Horas de Daytona. De hecho será esta última prueba el escenario de su debut competitivo a finales de enero.
¿Y qué ocurre con Corvette? Tras mantener un programa dual durante los últimos años, el fabricante de deportivos de GM se centrará en las carreras de GT dentro del mismo campeonato organizado por IMSA. Y para ello contarán un año más con el madrileño Antonio García, toda una referencia de la especialidad.