Nissan se suma a la moda de los DPi
La marca nipona es el tercer fabricante en presentar un prototipo para las grandes carreras de resistencia en EEUU y se enfrentará a Mazda y Cadillac en 2017.
28 diciembre, 2016 12:50Con menos lustre que los proyectos de Mazda o Cadillac pero igual expectación hace unos días en el circuito de Sebring se dio a conocer el aspecto del Nissan Onroak DPi, o lo que es lo mismo, el tercero de los diferentes prototipos DPi (Daytona Prototype international) que veremos competir este año en el United SportsCar Championship estadounidense.
Es probable que otros años unos vehículos de estas características no hubieran acaparado tanta atención mediática, pero en tiempos convulsos para el automovilismo deportivo en general y la resistencia en particular son muchos los que depositan sus esperanzas en un reglamento con costes razonables y cierta libertad para que las marcas dejen su impronta.
Aún así el punto de partida de este Nissan Onroak DPi es distinto al de Mazda o Cadillac. Estas marcas ya estaban representadas en el certamen IMSA (o al menos GM a través de Corvette). Nissan en cambio ha llegado a un matrimonio de conveniencia con Extreme Speed Motorsport: este equipo necesitaba nuevo motorista tras competir y brillar en 2016 con Honda y Nissan debía encontrar una nueva ventana en resistencia al quedarse sin sitio en LMP2: la categoría donde abundaban los motores Nismo pasa a disputarse con un motor genérico desarrollado por Gibson.
Como tanto cambio después de una temporada exitosa (victorias en las 24 Horas de Daytona y las 12 Horas de Sebring) no es necesario, Extreme Speed Motorsport ha vuelto a confiar en Onroak como suministrador de chasis, siendo el nuevo Ligier JS P217 la base del DPi de Nissan, frente a los Riley y Dallara escogidos por sus rivales. La modificación aerodinámica más evidente se encuentra en el frontal, que una vez decorado recordará ligeramente a las calandras de los Nissan de serie más modernos. Otros cambios estéticos se explican porque el Nissan-Onroak DPi tiene corazón de Godzilla. Monta una evolución del bloque del GT-R, un V6 biturbo de 3,8 litros cuyas necesidades de refrigeración son muy distintas a las de sus rivales.
El mayor lastre de Nissan y ESM será sin duda un periodo de desarrollo corto en comparación con sus rivales de fábrica y los equipos privados como Rebellion o Spirit of Daytona, pero a su favor estarán su espectacular palmarés por separado en años anteriores y una alineación de pilotos notable, sumándose en las carreras de resistencia pilotos de la talla de Pipo Derani, Brendon Hartley o Bruno Senna. En todo caso se trata de una gran oportunidad para Nissan de volver a brillar a un alto nivel en resistencia después de la desilusión del fallido GT-R LM NISMO LMP1, proyecto cancelado hace ahora un año.