El Mundial de Rallies regresa la próxima semana a la actividad con la cita monegasca y todas las novedades que traerá consigo una nueva temporada, con modificaciones reglamentarias tanto en lo técnico como en lo deportivo. La FIA y el promotor del WRC buscan un soplo de aire fresco para una disciplina que no ha vivido sus mejores años, sometida bajo el dominio de los pilotos franceses y con la implicación de muy pocos fabricantes.
La campaña 2017 del WRC contará con cuatro fabricantes oficiales (Citroën, Hyundai, M-Sport y Toyota), coches más potentes, más ligeros y con mayor carga aerodinámica, lo que abre una nueva etapa dentro del Mundial de Rallies de los World Rally Cars 1.6 Turbo. También ha habido mucho movimiento en cuanto a los pilotos, con todos los antiguos integrantes de Volkswagen Motorsport teniendo que encontrar un nuevo lugar en el resto de equipos, e incluso en el caso de Andreas Mikkelsen, tercer clasificado en 2016, debía renunciar a competir la temporada completa.
En cuanto a los deportivos, se ha buscado una forma de competición más justa. Especialmente después de los problemas sufridos por Sébastien Ogier al tener que abrir pista durante las dos primeras etapas en los 12 rallyes que conformaban la pasada edición del campeonato, algo que le pasó sería factura a la hora de conseguir registros de victorias similares a los de años pasados. A partir del Rally de Montecarlo, prueba con la que se inicia la temporada, el líder del campeonato únicamente tendrá que abrir pista la primera etapa, invirtiéndose la clasificación individual de cada rally para el resto de días.
Un formato de orden de salida que ya se había utilizado en el pasado y que permitirá al tetracampeón afrontar las pruebas sobre tierra con la seguridad de que no ejercerá de barredora mejorando el agarre de la pista para los rivales que salen más retrasados. Además de un calendario con sólo 12 fechas después de la caída del Rally de China, las otras novedades en el reglamento del WRC se centran en el reparto de puntos. Tres serán los pilotos que nominará cada equipo para las pruebas, dos de ellos, los mejor clasificados al final de cada cita serán los que sumen puntos para el apartado de marcas. No tendrán la obligación de elegir un ‘primer piloto’ que compita en todas y cada una de las carreras, permitiendo la rotación o los cambios dentro de cada alineación.
También la Power Stage tendrá modificaciones, repartiéndose ahora puntos extra para los cinco primeros pilotos clasificados en la última especial, teniendo en cuenta que hasta el momento sólo se repartían 3, 2 y 1 puntos a los tres mejores tiempos de dicho tramo televisado. Los fabricantes por su parte tendrán ciertas ventajas en 2017 al tratarse de un año con coches completamente nuevos: se permitirán utilizar distintos suministradores de neumáticos entre los distintos coches de un mismo equipo oficial y además se les permitirá utilizar un mayor número de chasis (nueve en lugar de seis) y de jornadas de test, pasando de los 42 días de pruebas a 55.
Las categorías teloneras también tendrán novedades, empezando por la creación de una nueva Copa FIA para privados en la que se utilizarán los World Rally Cars del periodo entre 2011 y 2016 y todos aquellos pilotos que no sean registrados por uno de los cuatro fabricantes para competir al volante de uno de los nuevos coches. Siete citas, con la posibilidad de descartar el peor resultado. Junto a ella, la otra Copa, la de los R-GT, o lo que es lo mismo, coches Gran Turismo de altas prestaciones adaptados a competir en rallies. Deberá contar con al menos cinco inscritos para que este año sí haya ganador, al contrario de lo ocurrido la pasada temporada. Por ahora, en Montecarlo ya hay varias unidades del Abarth 124 R-GT, entre ellas la del veterano François Delecour, y el Porsche 911 GT3 4.0 de Romain Dumas.
WRC2, WRC3 y JWRC también han recibido cambios. La primera de ellas se seguirá disputando con modelos de la categoría R5, obligando a que los pilotos se enfrenten en Portugal, Alemania y Gales, tres únicas pruebas en la que todos los inscritos en la categoría deben competir de un calendario de siete pruebas. Quien no lo haga quedará excluido. El Mundial Junior regresa a manos de M-Sport y DMACK, disputándose tanto en 2017 y 2018 con los Ford Fiesta R2 1.0T del equipo de Malcolm Wilson. El WRC3 en cambio estará abierto a los distintos modelos de dos ruedas motrices con motor 1.6 turbo y 2.0 atmosféricos que están actualmente homologados por la FIA.